En un famoso experimento realizado por el psicólogo Stanley Milgram en los años 60 se demostró que algunas personas estaban dispuestas a infligir un daño a otras simplemente porque alguien con autoridad se lo ordenaba. Aunque los resultados se han cuestionado alguna vez, la psicología da por bueno que somos más propensos a realizar acciones que nos parecen inmorales cuando alguien con poder sobre nosotros nos ordena que actuemos.
Cuando somos coaccionados cambia nuestro sentimiento de responsabilidad
Para conocer mejor estos resortes a nivel neuronal, Patrick Haggard y su equipo del University College de Londres han realizado una serie de experimentos cuyo resultado presentan esta semana en la revista Current Biology. "Puede que cuando somos coaccionados para hacer algo se reduzca nuestro sentimiento básico de responsabilidad", se plantea Haggard. "La gente asegura a menudo que sentía menos responsabilidad porque solo estaban obedeciendo órdenes. ¿Pero lo dicen solo para evitar un castigo o las órdenes cambian realmente el sentido de responsabilidad?".
Las pruebas consistían en reclutar a un numeroso grupo de voluntarios y asignarles diversos roles. En uno de los dos modos, el experimentador ordenaba al sujeto que propinara una descarga eléctrica a su compañero de juego y en otra los castigos y recompensas eran solamente económicos. Lo que miden Haggard y su equipo es algo llamado el "sentido de agencia", que es la sensación de que las acciones de uno han causado un evento externo. Si accionas un interruptor y se enciende una luz, por ejemplo, nuestro cerebro experimenta ambas acciones como simultáneas, incluso aunque haya un pequeño desfase.
A partir de sus pruebas, y de la medición de la señal cerebral de los voluntarios, los autores del estudio han descubierto que el sentido de agencia es menor cuando el resultado de las acciones es negativo que cuando es positivo. En otras palabras, la gente percibe literalmente un mayor intervalo de tiempo entre su acción (como darle a una tecla del ordenador en este caso) y el resultado provocado por ésta cuando las consecuencias son negativas. Durante los experimentos los científicos midieron el sentido de agencia de los voluntarios cuando aplicaban descargas eléctricas en sus compañeros y cuando los penalizaban económicamente, y lo más importante: en unos casos lo hacían de manera libre (motivados por una recompensa) o coaccionados por un monitor.
Cuando alguien nos coacciona cambia nuestra percepción temporal entre acción y consecuencia
El resultado indica que el intervalo de tiempo percibido entre acción y resultado es mayor en aquellos casos en que la persona recibe órdenes y causa un daño en un tercero. La coacción, además, reducía la sensación de que uno era el autor de la acción, lo que podría ayudar a explica por qué se produce esa diferencia en el sentido de responsabilidad cuando uno actúa bajo las órdenes de una autoridad. "Cuando experimentas en sentido de agencia - te sientes responsable de un resultado - experimentas cambios en el sentido del tiempo y lo que haces y lo que sucede parecen estar más juntos", explica Haggard. Su objetivo es comprobar ahora si existen personas más o menos propensas a reducir este sentimiento cuando reciben órdenes. "Por suerte para nuestra sociedad", concluye, "siempre ha habido algunas personas capaces de resistir a la coacción".
Referencia: Coercion Changes the Sense of Agency in the Human Brain (Current Biology) http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2015.12.067