El Ministerio Público de la Confederación Helvética ha abierto un proceso penal por sospechas de gestión desleal y de lavado de dinero en relación con la elección de las sedes del Mundial de Fútbol de 2018 y 2022. Y entre los investigados hay diez nombres que serán interrogados. Uno de ellos es el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar. Junto a él aparecen otros pesos pesados de la fontanería de la FIFA como Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana, el turco Senes Erzik o el costamarfileño Jacques Anouma. Además de Vitaly Mutko, máximo responsable del Mundial 2018 de Rusia y ministro de Deportes.
No debe extrañar, pues son nombres que ya se podían leer en el informe García, documento que la propia FIFA encargó al presidente de su Comisión de Ética, Michael García (quien dimitió meses después), para investigar posibles irregularidades en la designación de las sedes del Mundial. Un trabajo en el que se realizaron 75 entrevistas, que constatan las tropelías que se produjeron para la compra de votos. Casualmente, Villar se negó a entrevistarse con García, cuyo informe fue archivado por Blatter posteriormente. Esa decisión supuso un primer escándalo, que ahora se ha visto amplificado con la investigación del FBI y la detención de los cargos de la FIFA.
Villar es uno de los apóstoles de Blatter, al igual que alguno de los siete detenidos en Suiza por comerciar con los derechos de televisión y la concesión publicitaria en el fútbol sudamericano durante los últimos años. Hombres como el ex capo de la CBF brasileña José María Marín, el jefe del fútbol latinoamericano durante décadas, el paraguayo Nicolás Leoz, o el caribeño Jeffrey Webb, presidente de la CONCACAF y vicepresidente de FIFA. Todos ellos conforman con Villar el primer anillo de Blatter.
Tebas aprovecha para atacar a Villar
Advertía Javier Tebas sobre Villar que si después de tantos años de vicepresidente de la FIFA no sabía lo que pasaba, "es muy torpe". Y si lo sabía, es muy listo. Villar es uno de los hombres fuertes de Blatter, un cargo de confianza, uno de los varones de la FIFA en la vieja Europa. La Justicia helvética va a sentarlo a declarar, algo que rehusó hacer ante García, evitando colaborar en el informe encargado por su propio jefe. Villar no destaca precisamente por su transparencia, ni en la FIFA ni en España, donde esconde las cuentas federativas. Parece que le ha llegado su hora al dirigente vasco. Debe salvar dos match balls. El primero, la reelección de Blatter, porque si el suizo pierde quedaría muy desprotegido. La segunda, su vinculación al proceso abierto por la justicia suiza.
El dirigente vasco ha gobernado hasta ahora a su albedrío la República Bananera en la que ha convertido el fútbol español. El problema es que el nuevo decreto ley aprobado por el Gobierno le ha restado poder y ahora es la Liga de Fútbol Profesional de su odiado Javier Tebas y el Consejo Superior de Deportes de Miguel Cardenal los que tienen la sartén por el mango. Parece que ha llegado la hora de saber que esconde Villar con tanto celo en las cuentas del fútbol español y las oscuras maniobras de la FIFA.