El presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Jean-Claude Mignon, ha pedido este jueves que se controlen las apuestas deportivas y se prohíban algunas, tras el escándalo surgido entorno al campeón francés de balonmano Montpellier.
En concreto, Mignon señaló en un comunicado que habría que empezar por prohibir las apuestas "en las competiciones más vulnerables a la corrupción", tales como "los partidos de fútbol profesional en las divisiones inferiores y las competiciones de menores o aficionados".
Tras solicitar a las autoridades que aclaren el escándalo entorno al Montpellier de balonmano, el responsable del Consejo de Europa pidió a los Estados que actúen contra las apuestas ilegales, "un cáncer que ya ha carcomido a Asia y que está a las puertas de Europa". Según Mignon, en Asia "la corrupción de sindicatos del crimen muy bien organizados ha devastado ya un buen número de deportes".
Por ello aseguró que Europa precisa de "nuevas leyes que conviertan el fraude deportivo en infracción penal, medidas para detectar más rápidamente las apuestas sospechosas y formaciones para los atletas sobre los riesgos ligados a la aceptación de dinero a cambio de una incidencia en su rendimiento".