El nuevo Atlético de Madrid prepara su estreno en Liga ante Las Palmas apoyado más que nunca en las certezas del cholismo y el aliciente de una apuesta más firme por el buen fútbol. Estamos posiblemente ante el Atleti más jugón de cuantos proyectos rojiblancos ha dirigido Simeone desde que reemplazó a Manzano y con ese empeño se apresta a arrancar una ambiciosa temporada. Las gratas sensaciones que está transmitiendo el equipo este verano sobreponiéndose al impacto que supuso la fuga de Arda Turan reafirman la candidatura colchonera frente al binomio azulgrana-madridista. Muy superior sí, pero repleto de dudas.
De nuevo, la tercera vía es posible. La del partido a partido, la del corazón y mente unidos (nuevo 'leitmotiv' de Simeone), apuntalada sobre los valores innegociables del Atlético (defensa, presión, intensidad, solidaridad, estrategia) y el aporte de la extraordinaria calidad de sus futbolistas auguran una nueva dimensión. La afirmación de Saúl, uno de los futbolistas sobre los que se proyecta este rumbo, no es baladí: "Este es el Atleti con más talento que recuerdo".
El Atlético pretende dominar el juego, mucho más que antaño pese a haber realizado un máster sobre cómo jugar sin balón. El empeño inicial de Simeone de colocar a Koke en el mediocampo como director de orquesta parece no haber cuajado del todo, ya que la fórmula habitual (Tiago-Gabi) con más presencia de Saúl ofrece mejores garantías. En el Carranza, última prueba antes del estreno liguero, el Cholo probó a Thomas en el medio con rendimiento altamente satisfactorio en la zona ancha o en la defensa. La opción preferente ha sido colocar a Koke y Óliver en las bandas para ganar en velocidad en la transición y mejorar la conexión con Griezmann para luego atacar con Jackson. La calidad de los jugones de Simeone ha propiciado los mejores momentos de una pretemporada ascendente. Óliver Torres ha dado el paso adelante haciendo olvidar a Arda; el 10 no le pesa, ofrece soluciones y decisiones para un equipo que no pierde su solidez.
El talento en jugadas al primer toque (Tiago-Juanfran-Correa) para el gol de Griezmann a la Real Sociedad, la conexión entre Vietto y el francés o las asistencias de Koke y Óliver para otros goles de la pretemporada son ejemplos de lo que persiguen los del Colo. El Atleti posee, toca, conecta y remata. Es un paso más. Otra exigencia para el tercero en discordia de la Liga que quiere tratar de tú a tú a los dos grandes con otra virtud. La incorporación del ansiado Kranevitter al mediocampo refrendará esta aportación si no hay alguna otra sorpresa antes del 31 de agosto.
Asimismo, el Atleti ha recuperado algo que no tuvo la temporada pasada: dos puñales en las bandas. Filipe Luis equilibra una balanza decantada hacia la derecha donde Juanfran brilló y se multiplicó ante la nula aportación de Ansaldi y Siqueira. Sólo Jesús Gámez solventó ese vacío en la izquierda que ya no existe con el regreso del brasileño. La polivalencia en banda del Atlético ofrece mayores garantías a un equipo que desgarra al rival por fuera con velocidad y llegada a la vez que lo descose contribuyendo a la elaboración del juego.
El talento que aportan los fichajes realizados refuerzan este desafío por el buen fútbol. Savic, el mencionado Filipe Luis, Vietto, Ferreira Carrasco, Jackson y los recuperados Óliver Torres y Correa son una garantía para marcar diferencias en el nuevo proyecto que ya funciona y con el que se augura una apuesta firme por la calidad. El talento de este Atlético decidirá muchos partidos. Hay competición y recorrido para comprobarlo. Es la hora de los jugones del Cholo.