El Atlético de Madrid se movió hasta última hora del cierre del mercado de fichajes en dos frentes bien distintos. Por un lado, la necesaria e imperiosa salida de Siqueira, sin hueco en el lateral izquierdo con Filipe Luis y Lucas, y, por otro lado, la posible incorporación de un futbolista para ocupar la vacante en la plantilla dejada por Raúl García, traspasado al Athletic de Bilbao por una cifra de entre 5 y 8 millones de euros.
Las gestiones para colocar a Siqueira se habían incentivado en las últimas horas con Jorge Mendes al frente de las mismas pero las diferencias entre las dos partes hacían inviable su salida por lo que el Atlético tendría que aguantar al jugador en la plantilla y buscarle acomodo en el mercado de invierno. Ni Juventus, ni Oporto, ni Inter de Milán, ni ahora Benfica lograron finalmente la incorporación del lateral izquierdo rojiblanco.
Asimismo, el Atlético movió ficha para completar su colección de refuerzos con dos opciones que ya había manejado durante todo el mercado: Joao Moutinho (Mónaco) y Granit Xhaka (Borussia Mönchengladbach). En el seno del club se apostaba por una plantilla cerrada pero se sondearon ambas opciones durante toda la jornada de ayer para completar el plantel de un 'Cholo' Simeone que ya cuenta con dos jugadores de calidad por puesto.