La selección española de balonmano tratará de certificar este lunes (18:15, Teledeporte) su clasificación matemática para la segunda fase del Europeo de Polonia con un triunfo sobre una Eslovenia, que necesita la victoria para seguir viva en el torneo.
Un encuentro en el que el conjunto español podrá contar finalmente con el lateral derecho Jorge Maqueda, tras la decisión de la Comisión de Disciplina del torneo de no sancionar al jugador español por la tarjeta roja directa que vio ante Alemania.
Tras estudiar el acta del partido, así como las alegaciones del equipo español, en las que se insistía en la involuntariedad de la acción, la comisión disciplinaria decidió dejar sin sanción el balonazo que Maqueda propinó en la cara al jugador alemán Steffen Weinhold en un lanzamiento de falta y que le costó la expulsión.
Una presencia que no alterará el plan de juego del equipo español que para poder sumar su segunda victoria en el torneo, necesita dotar a su ataque estático de la máxima fluidez para no quedar atrapado en la "agresiva" defensa del equipo balcánico.
Una defensa que desde la llegada al banquillo esloveno el pasado mes de mayo del técnico montenegrino Veselin Vujovic ha ganado no sólo en intensidad, sino también en variedad, lo que permite a los balcánicos alternar desde defensas cerradas como el 6-0 a otras abiertas y presionantes como el 3-3, que empleó ante Suecia
Circunstancia que obligará al equipo español, que se impuso por 32-29 a Alemania en la primera jornada, a buscar más que nunca el juego colectivo, tal y como advirtió el capitán español, Raúl Entrerríos.
"Tenemos que intentar jugar más colectivamente que nunca, porque es un equipo con una defensa muy agresiva. Será muy difícil de irse en el uno contra uno y habrá que mover el balón rápido para que no consigan detenernos", señaló Entrerríos.
Un planteamiento que otorgará un papel protagonista a jugadores como el central Niko Mindegia, que intentará aprovechar los numerosos espacios que deja la presionante defensa eslovena con su capacidad de penetración.
"Cuando hagan esas defensas presionantes la idea es que haya siempre sobre la cancha un jugador capaz de desbordar, de hacer el uno contra uno, para hacer llegar el balón a los extremos y pivotes", afirmó el seleccionador español Manolo Cadenas.
Sin embargo, las dificultades que entrañará un rival como Eslovenia, que cayó inesperadamente (23-21) ante Suecia en la jornada inaugural, no se limitarán a su "agresiva" defensa, ya que los balcánicos poseen uno de los ataques con más talento de toda la competición.
La presencia de jugadores como los centrales Uros Zorman y Dean Bombac dota a Eslovenia de un elaborado juego, con el que intenta paliar sus carencias en el lanzamiento exterior, que ausentes los laterales Jure Dolonec y Klemen Cehte, queda limitado al acierto de Borut Mackovsek.
Hecho que lleva al conjunto esloveno a buscar, al igual que el conjunto español, constantemente a sus jugadores de segunda línea, entre los que destaca el extremo Dragan Gajic y el pivote Matej Gaber, autor de cinco tantos en el choque ante Suecia.
Un variado ataque que obligará a España a dar un nuevo paso en defensa, que tan sólo pudo mostrar durante algunos minutos de la primera parte en el duelo con Alemania el excelente nivel que demostró durante la fase de preparación.