El tercer Barça de Luis Enrique parecía que podía hacer historia, y de momento la está haciendo. La pena para la afición culé es que no está siendo en el sentido esperado. Y es que este Barcelona es el peor de la última década a estas alturas de temporada. Con trece jornadas disputadas, los de Luis Enrique únicamente suman 27 puntos, una cifra muy pobre solo igualada en la 2007/08, la que finalmente sería la última temporada de Frank Rijkaard en el banquillo culé.
Pero para encontrar la última vez que el Barça había sumado menos puntos tras trece jornadas hay que irse a la 2003/04. Joan Laporta acababa de ganar las elecciones y estaba comenzando a reestructurar un equipo derruido. Rijkaard afrontaba su primera temporada en el banquillo culé y Ronaldinho era la recién llegada estrella. Después de trece partido aquel equipo solo sumaba 20 puntos y estaba quinto, a siete puntos del líder. En aquel Barça jugaban jugadores tan lejanos como Kluivert, Reiziger, Overmars o el propio Luis Enrique.
Además, la diferencia de puntos entre el Barcelona y el líder de la Liga, en este caso el Real Madrid, nunca había sido tan grande desde esa misma temporada. De hecho los seis puntos que separan actualmente al Barça del equipo de Zidane doblan la segunda mayor desventaja de estos últimos trece años, los tres puntos que cedía el Barça de Guardiola a estas alturas en la temporada 2011/12.
Sin embargo, y por increíble que parezca, hay cosas en las que este Barça incluso empeora a aquel. Por ejemplo en el número de goles encajados. En la actual temporada los de Luis Enrique han encajado 14 tantos en las trece primeras jornadas, mientras que el primer Barça de Rijkaard recibió uno menos. Salvando la temporada de Vilanova, en la que el equipo encajó un gol más pero ganó 18 de los 19 partidos de la primera vuelta, hay que irse hasta tiempos de Louis Van Gaal para encontrar a un Barcelona peor en este aspecto.
SOSPECHOSOS HABITUALES
Si algo es curioso, y habla especialmente mal del trabajo de Luis Enrique como entrenador, es que a su Barça se le atasquen continuamente los mismos rivales. De hecho, desde que Lucho dirige al equipo culé un conjunto muy bueno pero limitado como es el Celta de Vigo suma tres victorias y dos derrotas en cinco partidos contra el Barcelona.
Parecida es la situación con Málaga y Real Sociedad. Los andaluces en tres visitas al Barça de Luis Enrique en el Camp Nou suman una victoria, un empate y una derrota, con un 'goal average' en estos partidos de 1-1. El caso de la Real Sociedad en Anoeta ya es consabido. En sus tres últimas visitas a San Sebastián el Barcelona solo ha sumado un punto, el del pasado domingo, y de milagro.
SIN INIESTA NO HAY PARAÍSO
Si un patrón común podemos encontrar en los traspiés del Barça ese es la ausencia de Andrés Iniesta. El manchego no ha jugado de inicio en cinco de los seis partidos que el Barcelona no ha ganado esta temporada. Solo en el choque frente al Atlético de Madrid, el cual empató Correa por un resbalón puntual de Mascherano, Iniesta fue de la partida y el Barcelona no pudo ganar.
Contra Alavés y Celta salió al campo cuando Luis Enrique le vio las orejas al lobo, y en ambos partidos inició una remontada que no fue suficiente. En lo que va de temporada Iniesta únicamente ha jugado 440 minutos en todas las competiciones, con un bagaje de 19 goles a favor y solo 3 en contra mientras él está sobre el terreno de juego. En cambio, en los 1.170 minutos en los que Andrés no ha estado en el campo el bagaje es de 30-15.
O, lo que es lo mismo, cuando juega Iniesta el Barça mete 3,8 goles por partido y encaja únicamente 0,6. Sin embargo cuando el de Albacete no está, el Barcelona cae hasta meter solo 2,3 goles por partido y encajar 1,2. Unos datos que se deben entender desde el dominio del juego que tiene el Barça con y sin Andrés sobre el campo, más que por la influencia directa del manchego en las áreas.