La resaca del 4-0 en el derbi fue más dura de lo previsto para el Atlético de Madrid. Los del Cholo llegaron a Balaídos con bajas sensibles: Koke, Arda y Raúl García. No eran excusas aunque se noten, porque Simeone trazó un plan con el tridente atacante Torres-Griezmann-Mandzukic para acobardar al Celta. Salió rana. No cuajó la idea, pero tampoco lo demás. Falló lo más seguro, la defensa. Y todo el equipo se contagió de una extraña y floja actitud. El baile celeste a los colchoneros fue de órdago gracias al destello de Nolito y el compás de Orellana. La alegría rojiblanca tras vapulear al Madrid se convirtió en abatimiento por la merecida derrota, la mala imagen y el error, con 'mea culpa' incluido, del Cholo en la elección del equipo inicial.
Queda mucha Liga, pero las diferencias con Real Madrid y Barcelona se demuestran en partidos como éste. En cuanto el Atlético baja esa intensidad que exhibió en el derbi para destrozar a los de Ancelotti, todo se distancia entre los dos grandes y el tercero en discordia. Resulta complicado rescatar algo positivo de la función colchonera ante un Celta muy superior. Los pilares no aguantaron, Godín y Miranda acabaron desbordados, y las vías de agua en las bandas (Juanfran y Siqueira) fueron descomunales. Tampoco se generó fútbol en el medio y sólo Griezmann puso lo mejor que tiene para hacer frente a la supremacía gallega. Mandzukic desganado y sin tino, Tiago KO y sustituido por un desafortunado Mario Suárez, ni Gabi ni Saúl pudieron con Krohn-Dehli. Torres pasó desapercibido y los otros dos cambios de Simeone (Cani, Raúl Jiménez) nada aportaron. Un compendio muy por debajo de lo que acostumbra.
Una de las peores noches del Atleti del Cholo echó por tierra parte de las opciones ligueras del vigente campeón. La Liga no era la meta inicial de este proyecto, porque la Champions prima sobre todo. Pero el Cholo siempre ha dicho de puertas para dentro que estar agazapado a una distancia prudencial de los 'ogros' le da un chance para luchar por el título. Veremos. Hoy está más lejos de la cabeza y más cerca del inquietante Valencia que acecha por la espalda. Toca levantarse y volver a la senda del triunfo ante el Almería antes de retomar el pulso a Europa ante el Leverkusen.
Mientras tanto, el club trabaja en el futuro y prepara el camino del nuevo proyecto bajo la inyección económica del inversor chino Wang Jianlin. Los nombres que maneja el Atleti son de una calidad que entusiasma a la afición colchonera. Los Cavani, como sustituto de Mandzukic; Courtois, dispuesto a salir como sea del Chelsea para volver a su casa en el Calderón; Camacho, en lugar de Mario Suárez; o Cazorla, petición expresa del Cholo el pasado verano, colocan al Atlético en disposición de redoblar esfuerzo para construir un proyecto aún más ambicioso que el actual donde habrá más fichajes de primer nivel...
