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"Me da que la etapa de Óliver en el Atlético no va a coincidir con la del Cholo"

Hace doce años ya que Kiko Narváez, demasiado pronto, sólo con 29, tuvo que dejar el fútbol. Porque lo practicaba muy bien, con magia, mucho mejor de lo que siempre se creyó. De hecho, sigue convencido de que el aficionado le mantiene el cariño extremo no tanto por sus méritos deportivos como por sus gestos y su naturalidad. Hoy, con 41, es una firma habitual en prensa, radio y televisión. Una voz autorizada que viene de emocionarse con los homenajes a Luis Aragonés, su vecino de santoral, y de escandalizarse por las feas acciones de Pepe y Arbeloa. De todo ello habla con Vozpópuli.

Luis Aragonés le decía que se dejase de tele y se hiciese entrenador. Que la gente del fútbol tiene que estar dentro, no fuera…
Que me dejase de comentaritos, me dijo. La gente del fútbol debe de estar en el fútbol, pero no debe ser un coto privado. Hay gente de fuera muy rentable dentro. Y la gente del fútbol también cabe fuera. Si lo siente, sí. Y yo lo que hago en la tele lo siento, lo disfruto. Y por lo que veo, algo aportaré, porque percibo cariño. Es muy bueno sentirte útil y darte cuenta de que no has venido a este mundo sólo a jugar al fútbol.

¿Por qué cree que es tan querido?

Por la naturalidad, creo yo. Siempre el saludo es como si estuviese en casa de alguien. Mis amigos me lo dicen: “La gente te saluda como si te conociese”. Hay un acercamiento ahí que no los ves con otra gente.

¿Cómo se puede estar media vida en el Atlético y no coincidir con Luis?

El destino. Y la verdad, no nos hizo un favor. De trabajar juntos, creo que habríamos tenido mucho más ‘feeling’ del que creíamos los dos. Trabajando nos habríamos conocido. Me pasó con Sacchi. Quedó sorprendido con la actitud. Y con Luis, en el cuerpo a cuerpo, nos habría pasado igual. Hubiésemos congeniado. Los dos somos de mirada al frente, nada de tapujos, gente transparente.

¿Por qué todos los jugadores hablan bien de él?

Era una persona más de vestuario que de calle. El verdadero Luis se sentía cómodo con los jugadores. Fuera, le costaba. 

“Déjese de comentaritos y entrene, me dijo Luis; habríamos congeniado”

Viendo el homenaje del domingo. ¿Dan ganas de morirse en el Calderón?

Lo que te hace es sentir orgulloso de una gente y una afición que es parte tuya. Tu familia. Que sea tan agradecida. Ha sido un homenaje en el que mucha gente quedó retratada porque no pensaba que Luis pudiera estar tan dentro de los atléticos. Que no olvidan.

¿Gente de dentro, se refiere?

En general. Al final, el mundo del fútbol ha despedido a Luis como merecía. En el día a día, Luis podía ser un tío arisco, distante, raro. Sin embargo, el mundo del fútbol despidió a uno de los suyos. Con el chándal sí era de roce, en el cuerpo a cuerpo. Sin embargo, con la camisa y el pantalón de pana era diferente. Luis ha hecho coincidir a la gente de los setenta con la camada de los campeones del mundo. Cada uno te habla de una manera, pero caló en todos.

¿Se imagina ese mismo cariño cuando ya no esté?

Yo es que lo vivo ya. Siempre te encuentras alguien, de los de tu equipo y de los de fuera. Pero en el 95% de los casos me siento homenajeado día a día.

¿Se esperaba lo del nombre del nuevo estadio? Las encuestas elegían su nombre en segundo lugar, justo detrás de Luis.

No lo sabía. Me sorprende y me halaga. Pero yo tengo la sensación de que para muchos atléticos he quedado más por las muestras que hice por el club que por lo que hice en lo deportivo. En lo deportivo, habría una larga lista de jugadores que han hecho mucho más. Pero en mi caso han quedado los detalles. Y me gusta. Los gestos no los hice pensando en el reconocimiento de la gente, pero han quedado.

“Gil Marín tiene razón; Arteche, Adelardo… Muchos otros merecen poner nombre al estadio”

Da igual, finalmente se llamará Coca Cola o una marca así.

Yo me considero un romántico del fútbol todavía, pero si quieres luchar con otra gente tienes que vivir la realidad. Soy partidario de que si es por una buena pasta, y es bien administrada, y se reinvierte en fichajes que te permitan competir, dar el nombre del estadio a una marca es una inyección para seguir compitiendo arriba.

¿Y no es mejor explicarlo así que decir de cuerpo presente que Luis es sólo un histórico más como dijo Gil Marín?

Es que también tiene su parte de razón. Adelardo, Arteche… Lo mismo no han tenido títulos tan recientes, pero sí la misma honestidad y lucha por unos colores. Y en eso sí hay muchos. Yo priorizo los valores sobre los títulos. Una dedicación.

¿Siente sonrojo o emoción al ver a los ex jugadores del Racing implicándose contra los abusos de su club en vez de mirar hacia otro lado?

El ejemplo del Racing lo mismo no es equiparable al Atlético. Pero yo estoy encantado con lo que han hecho, ponerse a picar ahí sin ánimo de lucro. Ojalá sea un ejemplo para mucha gente. O un freno para que los que llegan con la intención de aprovecharse, que se sientan vigilados. Pero bueno, hay futbolistas agradecidos a su club que sienten esa responsabilidad. Y otros que a lo mejor piensan lo contrario. Que han dado mucho más y el club no ha estado a la altura.

¿Por eso no ha aceptado usted estar a sueldo del Atlético?

No acepté porque en los momentos que hubo ofertas no veía que iba a ser útil. Cuando entras en un cargo tan importante y con tanta responsabilidad quieres que en esa tarea sólo estén tus huellas. Y si no te sientes útil, no aceptas. No voy a estar por estar. Si estoy es para aportar. Si no, pasito atrás y punto.

“No me cuesta mojarme, pero cada vez pienso menos lo que digo”

Usted que conoce al Cholo. ¿Lo suyo es piel de cordero o de verdad cree que el Atlético no puede aspirar a ganar?

Si la piel de cordero se dice por ser humilde y tener el mismo respeto a un Rayo Vallecano o Granada que a un Madrid o Barcelona, sí es piel de cordero. Es algo, y parece que molesta, en lo que se asemeja mucho a Guardiola.

La piel de cordero no es con los de abajo, sino con los de arriba, que es cuando habla de presupuestos, superioridad e imposibles.

¿Y usted ve al Atlético con esa mentalidad? El Cholo va a luchar siempre, no se va a rendir nunca, pero quiere recordar de vez en cuando los objetivos de unos y de otros para no recargar de responsabilidad a su gente. Eso no conlleva a pensar que el Cholo dice no podemos. El Cholo va sí o sí. Yo comulgo con Simeone en sus ruedas de prensa. También diría lo mismo. Si esa declaración de inferioridad la viera reflejada luego en los jugadores, me preocuparía. Pero como yo no veo en el campo esa diferencia que él recalca, estoy tranquilo.

El miércoles sí se reflejó.

El miércoles nos comieron. En intensidad y en fútbol, porque con Diego, Arda y Koke deberíamos haber tenido más continuidad de balón. Es verdad que en intensidad nunca se había perdido con nadie, pero no hay que subestimar a unos que si te igualan en intensidad te van a superar en calidad. El Madrid hizo el partido más completo del curso. Los diez presionaron más que nunca. Y en todos los duelos uno contra uno nos ganaron. Le doy mucho mérito al Madrid. No se le pudo parar. Salieron con heridas de guerra. Resentidos. El vecino simpático ya no era el vecino simpático. El Madrid y la grada salieron a jugar un derbi de otra época.

¿Cuándo habla de diez se refiere a todos menos Cristiano?

A todos menos Iker, cachondo. Cristiano no estuvo bien con el balón, pero estuvo comprometido como el que más. El mejor fue Di María, que ue en un partido pausado suele sufrir, pero en un partido agitado se sentía en su salsa.

¿Le dieron ganas de llamar a la policía por lo de Pepe y Arbeloa?

Me dieron ganas también con lo de Insúa a Jesé. Pero sí, a mí hay gestos que el comité de competición no debería dejar nunca pasar. Tendría que entrar de oficial al mocazo de Pepe y al pisotón en el tendón de Aquiles sin el balón en juego. Si hablamos de señoría y valores conviene recordar que eso lo tiene todo el mundo.

“A veces los jugadores se cabrean por lo que digo; recuerdo una llamada de Forlán”

¿No deberían atajarlo los propios futbolistas? Que ellos mismos señalaran a los malos.

Con el comité y tres y cuatro partidos, se acaba. Pero no sólo en ese caso. En todos. También cuando le mete un empujón Barral a Jairo que casi se come la valla. No he visto esa imagen en ningún canal de televisión. Eso a mí me hierve la sangre. Yo trabajo en los medios y sé qué da audiencia. Pero me da mucha pena que pasen cosas totalmente inadvertidas, entre la indiferencia. Y que podamos estar hablando dos días de la jugada de San Mamés.

¿Se imagina que Carrasco le dejase terminar una frase?

Ah, pues no me he dado cuenta… Nos complementamos bien el Lobo y yo, ja, ja. Lo vemos y lo explicamos de manera diferente.

¿Le cuesta mojarse?

No me cuesta mojarme. Aparte, si es que te están viendo en casa. Cómo vas a mentir. Lo que sí digo es que cada vez pienso menos lo que digo.

¿Le ha costado algún reproche o enfado de un jugador?

Sí, alguno. Recuerdo una llamada de Forlán. Un problema que tenía el uruguayo, que cada dos por tres decía que se quería ir. Y yo dije en Marca TV que si se quería ir, lo tenía fácil, se arreglaba rápido. Más que como opinólogo, hablé con la bufanda. Y me dijo, 'oye, que me han dicho que me estás metiendo caña'. Pero yo doy mi opinión y nunca falto al respeto ni pongo en cuestión la profesionalidad de nadie.

¿Por eso dejó Futboleros? ¿No está tan a gusto en el barro de la discusión?

A mí esos programas de tertulia me gusta verlos como consumidor no como protagonista. Estoy más a gusto viéndolos que participando. El Día del Fútbol es otra cosa. Vivimos de abonados, no hay que mirar el share. Hablamos de los diez resúmenes de Primera. Me siento más en mi parcela, en mi mundo, más a gusto. No me siento forzado. Antes hablaba más de la rueda de prensa que de lo que pasaba en el césped. Y a mí me gusta hablar de lo que pasa en el césped.

¿Habría podido jugar en este Atlético?

Se lo he preguntado un par de veces al Cholo y no me ha contestado nunca, macho... Pero yo creo que sí podía haber sumado. Jugando por detrás de Diego Costa. Cuando la presión de los equipos rivales, Miranda y Godín sacarla al pelotazo y yo bajarla, aguantarla.

"Tengo la sensación de que en el Atlético no va a coincidir la etapa del Cholo con la de Óliver"

¿Cholo le consulta o le cuenta?

Cholo escucha. Tenemos la gente de la vieja guardia una cena en la que hablamos de todo. Y entre otros cosas de lo que nos parece su Atlético. Él la deja caer. Y ahí, según demarcación, opinamos de los gustos. El Cholo siempre tiene las orejas limpias.

¿Lo de Óliver ha sido cosa suya o de ustedes?

Suya, suya. Tengo la sensación de que en el Atlético no va a coincidir la etapa del Cholo con la de Óliver. Cuando Óliver esté cuajado, hecho, no creo que el Cholo siga. Ahora Oliver es más horizontal y el Atlético es más vertical. El desgastarse defendiendo, cerrando y esperando la oportunidad para salir a la contra no le hace ser el Óliver productivo y creador. Cuando tenga ese fondo y ese trabajo táctico como le ha pasado a Koke, que es uno de los ojitos derechos del Cholo, tendrá mucha influencia. Diego podría ser un buen tutor. Pero entonces el Cholo lo mismo no está.

¿Le pone ya fecha de caducidad?

No veo al Cholo yo como Ferguson. Es consciente del desgaste que supone el jugador, la grada, la prensa. Soy de los que pienso que la fecha de caducidad es de cuatro años. Y lleva tres. Sólo si el club va regenerando el vestuario año a año su discurso puede seguir llegando. Con la misma gente muy difícil.

¿Usted que sabe que el mosquito del Calderón es irreversible, qué ha pasado con Raúl García?

Ha encontrado una pomada llamada Simeone. Pero no sólo él. Casi todos los del póster de hace dos años más o menos en diciembre. la confianza.

 ¿Se cree el lavado de imagen de Cristiano?

No pienso que Cristiano sea tan malo y engreído como le ponen. Sino un tío que lo ha tenido todo, que ha cometido sus errores, pero que está madurando como el tiempo. Y lo de ahora, ¿quién lo vende tan bueno? Hay muchas campañas semidirigidas.

Una ha sido la del Balón de Oro.

Pero si me rijo por los números y es un premio individual, no. Podríamos debatir, pero me parece justo y merecido. Pero vamos, yo en el Balón de Oro no creo.

“No acepté trabajar en el Atlético, porque en mi cargo sólo quería mis huellas”

¿Lo de Bale a qué le suena?

Por partes. Me suena a un futbolista espectacular. Me suena a que a día de hoy no está jugando en su sitio. Y me suena a que con la plantilla que tiene el Madrid y el precio que ha costado no era un prioridad. Y lo de las lesiones, lo desconozco.

Ayer Di María, hoy Alves... ¿Tiene sentido revolverse contra la grada?

Visto con 41 tacos, no. Y aconsejo que no lo haga nadie. No conlleva a nada, sólo te puede traer problemas. Pero al final lo que cuenta son los resultados. En cuanto uno marca dos goles, nadie se acuerda. La hipocresía.

¿Qué echa de menos del fútbol?

A Carlos Peña. Al delegado, que me arreglaba todo. Al retirarte es cuando te das cuenta de la burbuja en la que vives. Bueno, y el vestuario. Con el tiempo te das cuenta que es un privilegio que no terminas de disfrutarlo. Estás con la tensión, con la responsabilidad y que después con el tiempo cuando lo dejas, dices 'ah, cuántas cagadas, lo podía haber disfrutado de otra manera'. De futbolistas vivimos aislados de la realidad. Después sales, hablas con la gente en los pasillos del Calderón y la respiras. Aprendes a escuchar, a reflexionar. Dentro Vamos en el papa móvil. Es mucho más real el mundo de fuera.

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