Tras los fastos por la retirada de Kobe Bryant y el histórico 73-9 de los Golden State Warriors, arrancaron las eliminatorias por el título en la NBA y lo hicieron siguiendo la tónica de la regular season. Stephen Curry aportó 24 puntos para los californianos, defensores del anillo, que vencieron por 104-78 a los Rockets de Houston en el primer partido de un emparejamiento, como todos, que se disputa al mejor de siete.
Y eso que el base estrella de los locales le puso suspense a la noche. Se torció el tobillo derecho, del que fue operado hace varias temporadas, y tuvo que abandonar el campo de juego en la segunda parte. Pero su compañero Draymond Green, con un doble-doble de 12 puntos y 10 rebotes, y el escolta Klay Thompson (16 tantos) fueron suficientes para tumbar a unos Rockets que ofrecieron su peor versión.
El escolta James Harden aportó 17 puntos para los tejanos, delegando en un Dwight Howard que firmó un 12-14. El segundo partido de la serie, con la duda de la participación de Curry debido a la torsión de su magullada extremidad, se jugará el próximo lunes en el mismo escenario del Oracle Arena de Oakland.
En el resto de encuentros de la jornada inaugural de los Playoffs, Atlanta doblegó a Boston, Oklahoma City a Dallas y, en la mayor sorpresa del día, los Pacers de un enorme Paul George (33 puntos) vencieron en tierras canadienses a unos Toronto Raptors en los que Lowry y DeRozan estuvieron muy apagados.
Esta noche abren fuego las eliminatorias que enfrentan a Pistons contra Cavaliers, Hornets contra Heat y Blazers contra Clippers, además de un Spurs-Grizzlies en el que saltarán a la pista los, para muchos, únicos opositores reales que tienen los Warriors de Steve Kerr de cara al título. Popovich pretenderá que la postemporada no sea para los de la Bahía de Oakland el mismo paseo militar que ha supuesto la liga regular.