Entre las opciones que tenía Marc Márquez de proclamarse campeón del mundo matemáticamente estaba la que le obligaba a concluir por delante del italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) y su propio compañero en la escudería Repsol Honda, Dani Pedrosa, y cumplió con es posibilidad, mientras Jorge Lorenzo se impuso con autoridad.
Marc Márquez lo celebró con un ritual muy al estilo nipón, con una Katana que le entregó un "samurai" acompañado de dos "geishas" y con la que cortó el hilo de un globo blanco con el número uno para acto seguido ponerse un casco dorado con el que terminó de dar la vuelta de honor al circuito de Motegi.
"Aunque algunos piensan que ha sido un título fácil, no lo ha sido. La presión estaba ahí y hay que saber gestionarla. Siempre me río, pero esto es difícil"
El mero hecho de salir desde la primera línea de la formación de salida, con el segundo mejor tiempo, le sirvió de excusa perfecta al italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) para ponerse al comando de la carrera cuando se apagó el semáforo, en tanto que por detrás su compañero de equipo Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) y Marc Márquez, se tocaron en la apurada de frenada de final de recta.
Pero Lorenzo no tardó mucho en dar buena cuenta del italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici) desde la tercera plaza para ponerse tras el rebufo de Rossi, que intentó poner tierra de por medio rápidamente, aunque sin éxito y Márquez completó el primer giro en quinto lugar, justo por delante de Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V).
Sin perder los nervios, Marc Márquez comenzó a remontar posiciones, primero al doblegar al italiano Andrea Iannone (Ducati Desmosedici) para colocarse cuarto con apenas 1,4 segundos de diferencia respecto a Rossi y después con su primera vuelta rápida para llegar hasta el rebufo de la Ducati de Andrea Dovizioso.
En esa misma vuelta, la cuarta, Jorge Lorenzo pasó a la acción y superó con un espectacular interior a su compañero de equipo Valentino Rossi, quien intentó devolverle sin éxito la maniobra una curva después.
Asentado en la primera posición Jorge Lorenzo, éste buscó su ritmo, marcó vuelta rápida en el séptimo giro y se fue alejando poco a poco de sus rivales de turno, Rossi, Dovizioso y Márquez, quien una vuelta después adelantó al italiano de Ducati mientras Dani Pedrosa rodó en tierra de nadie, quinto, y unas décimas más lento que quienes le precedían, lo que poco a poco le alejó de ellos.
Con las posiciones más o menos estabilizadas en cabeza de carrera, fue en el decimocuarto giro cuando Pedrosa vio la oportunidad de doblegar a Dovizioso y con un bonito interior le superó para situarse cuarto, en tanto que Márquez no veía la oportunidad de superar a todo un Valentino Rossi que le puso las cosas muy complicadas al español camino de su segundo título mundial de MotoGP consecutivo.
A nueve vueltas del final Marc Márquez intentó por primera vez superar a Valentino Rossi y aunque inicialmente logró su objetivo y ambos se tocaron con las fibras de sus motos, el italiano no esperó demasiado para devolverle la acción con éxito.
Una vuelta después, nuevo intento del piloto de Repsol, que esta vez sí le cerró la puerta al nueve veces campeón italiano, el único que en esos momentos le podía impedir proclamarse campeón del mundo matemáticamente.
En apenas dos vueltas Marc Márquez logró la ventaja suficiente como para consolidar una segunda plaza, por delante de sus máximos y únicos rivales por el título mundial, Valentino Rossi y Dani Pedrosa, que le permitió proclamarse campeón del mundo por segunda vez consecutiva tres grandes premios antes de la conclusión del campeonato.
Pol Espargaró (Yamaha YZR M 1), disputó buena parte de la carrera la octava posición a su propio compañero de equipo, el británico Bradley Smith, con Álvaro Bautista (Honda RC 213 ), décimo, por delante del colombiano Yonny Hernández (Ducati Desmosedici) y del también español Aleix Espargaró (Forward Yamaha).
Héctor Barberá colocó su Ducati Desmosedici en la decimoséptima posición final.