Sabedor de que las tiranteces editoriales de la zona noble del Real Madrid con las cabeceras de Unedisa son notorias, Pedro J. Ramírez ha decidido desde El Español pescar en el río revuelto de su antigua casa y lanzar un guiño al madridismo mediático más furibundo, tan del gusto de Florentino Pérez.
Poco amigo de las informaciones críticas, el mandamás merengue ha mostrado recientemente su frontal disconformidad con Marca y El Mundo por la publicación las tan cacareadas 'Football Leaks' y ha amenazado, como ya reveló VozPópuli, con cerrar el grifo de las promociones al diario deportivo.
Marca se había acercado de nuevo a una línea editorial afín al conjunto blanco de la mano de Juan Ignacio Gallardo, sustituto de un Óscar Campillo menos dócil, pero ni ese viraje de contenidos parece contentar plenamente a un Florentino Pérez que escudriña cualquier información en busca de elementos críticos con su gestión.
Por ello, Pedro Jota está llevando el brazo merengue de su equipo de columnistas al paroxismo. Uno de ellos, en concreto, ha revolucionado las redes en las últimas jornadas ligueras. Las perlas de Jesús Bengoechea, editor del portal filomadridista La Galerna, han pasado de las soflamas meramente forofas en redes sociales a las páginas de un diario generalista teóricamente serio. Y no han dejado indiferente a nadie.
Viral gracias a kafkianas columnas como 'Soy del Madrid, ¿con qué árbitro quieres ser incapaz de ganarme?' o 'El corazón venció al talonario' (en la que, tras el derbi madrileño, hizo esfuerzos por adjudicar al Atlético la condición de equipo potentado de la capital), el habitual contertulio de Real Madrid TV enfanga la sección de opinión de El Español con esa genuflexión regada de mala uva que tanto gusta en el palco del Bernabéu.
En su última pieza, titulada 'Berrinche mundial del antimadridismo', Bengoechea calienta motores con un: "Se me ha empezado a olvidar cómo era eso de ganar sin antes dar falsas esperanzas a quienes odian al Madrid, pero me parece recordar que era mucho menos divertido". Poco después, termina soltándose el pelo señalando las "barrabasadas perpetradas en la época del más conspicuo platinato" por el Barcelona. Revanchismo y conspiranoia de andar por casa para acercar posturas con Pérez, atraer clicks entre los fanáticos y ejercer como contrapeso del peor sectarismo periodístico culé.