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El Real Madrid aprovecha la fiesta del Girona a costa del Barça para conquistar su 36º título de Liga

Los blancos se gustaron ante el Cádiz (3-0) y aprovecharon la victoria de los gerundenses ante el Barcelona (4-2) para llevarse el trofeo. El Girona, por su parte, se asegura disputar la próxima Champions

  • Real Madrid celebra los goles que les da La Liga

El FC Barcelona no ha logrado la victoria en casa del Girona (4-2) y permite al Real Madrid levantar su 36º título de Liga. Un pinchazo culé en Montilivi -un empate o una derrota- le permitía a los blancos empatar o ganar para levantar el título, guión que se ha cumplido. La celebración se antoja breve en Chamartín, dado que los hombres de Ancelotti reciben al Bayern de Munich este martes para conocer quien consigue el pase a la gran final de la Champions, que se celebrará en el londinense estadio de Wembley.

La tarde fue redonda para los blancos, que pudieron reservar a jugadores importantes como Bellingham, Vinícius, Valverde, Kroos, Rodrygo o Rüdiger, los tres primeros con minutos, de cara al partido del próximo miércoles ante el Bayern, a lo que se sumó la gran noticia de la vuelta de Thibaut Courtois, que disputó sus primeros minutos de la temporada cuajando una gran actuación.

El Bernabéu coreó el 'campeones, campeones' a falta del partido del Barcelona frente al Girona tras un partido plácido, en el que Brahim, Bellingham y Joselu se encargaron de golear a un Cádiz que necesita un milagro para conseguir la permanencia.

Mientras el Bernabéu comenzaba a vaciarse, los bares de alrededor comenzaban a llenarse para ver el Girona-Barcelona, un partido que comenzó mal en clave madridista, ya que Christensen se encargó de adelantar a los culés con un espectacular gol desde fuera del área. Lejos de bajar la moral de un Girona arropado como nunca por su público, los rojiblancos se lanzaron al ataque para anotar inmediatamente después. Gol del ucraniano Dovbyk de cabeza.

Al borde del descenso, Lewandowski se encargó de alejar desde los once metros el alirón del Bernabéu con un tanto que permitía también a su equipo mantener la segunda posición en Liga. La segunda mitad fue una fiesta gerundense. En dos minutos, el Girona noqueó al Barcelona. Primero Portu y después el canterano madridista Miguel Gutiérrez se encargaron de dar la vuelta al marcador para delirio de Montilivi, ya que la victoria aseguraba la Champions para el conjunto catalán.

Portu consolidó la fiesta con un gran gol, que también dio paso a la fiesta en Madrid. Los aficionados del Real Madrid, aún con el 1-2 en el marcador, comenzaron a rodear la Cibeles por si el Girona conseguía la remontada. Lo mismo sucedió en los alrededores del Bernabéu, repleto de seguidores madridistas con ganas de que el árbitro pitase el final en Montilivi para emprender la marcha hacia la fuente.

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