En marzo de 2014 el magnate chino Wang Jianlin desestimó un ofrecimiento de Florentino Pérez para hacerse con los derechos de los ‘naming rights’ del Santiago Bernabéu por 50 millones anuales. Wang rechazó la oferta del presidente del Real Madrid al tiempo que le advertía: “Florentino somos chinos, no árabes. Nosotros exigimos el retorno de la inversión". Posteriormente cerró el acuerdo para convertirse en accionista del Atlético de Madrid, del que es hoy el propietario del 20% de sus acciones y está a la espera de concretar la adquisición de otra parte importante.
No obstante, Florentino cerró un "acuerdo estratégico" a largo plazo con la empresa Internacional de Inversión Petrolífera de Abu Dhabi (IPIC) dentro de su estrategia para transformar "en el mejor estadio del mundo" al Santiago Bernabéu. Semanas después el TSJM emitió una sentencia por la que bloqueaba la remodelación del estadio, una fuente de ingresos para el club imprescindible para mantener su expansión y su estatus. El acuerdo con IPIC significaba al Real Madrid unos ingresos cercanos a los 400 millones de euros, por lo que la sentencia judicial obligaba al club a buscar nuevas vías financiación.
El pasado sábado, en el partido ante el Granada, Florentino recibió en el palco del Bernabéu la visita del magnate chino Xu Jiayin
El pasado sábado, ante el Granada, Florentino recibió en el palco a un ilustre visitante, el magnate chino Xu Jiayin, propietario del Guangzhou y accionista mayoritario de la inmobiliaria Evergrande, uno de los hombres más ricos de China con una fortuna estimada por Forbes de 6.300 millones de euros. Con Wang instalado en el Atlético, Pérez trata de seducir al que es uno de sus socios en la expansión en China para que se convierta en la vía de financiación que busca. Jiayin, de 54 años, es propietario junto a su mujer del 68% de la inmobiliaria Evergrande, la segunda mayor de China, tras Country Garden, con operaciones en 100 ciudades del país y 45,8 millones de metros cuadrados en pisos. En 2010 Evergrande compró el equipo de fútbol de Guangzhou por 100 millones de yuanes (11 millones de euros).
En 2003 el Real Madrid decide expandir la marca y el negocio, iniciando una serie de giras estivales durante la pretemporada. Con la de este pasado verano, son cuatro las visitas realizadas a China, donde ha ido tejiendo una red de socios y colaboradores en la que Xu Jiayin ocupa un puesto destacado. El Real Madrid y Evergrande firmaron en el verano de 2011 un acuerdo de colaboración para formar futbolistas en Guangzhou. Quince entrenadores seleccionados por el club español trabajan desde entonces allí, mientras la empresa Soxna, que preside Luis Alsina, se ocupa de la gestión. El acuerdo compromete a que los entrenadores que trabajan en China luzcan el escudo del Real Madrid y los que lo hacen en Madrid lleven el de Soxna.
Hace unos meses el diario AS revelaba el contrato existente entre el club Evergrande y el socio del Real Madrid en China, Soxna, que se ocupa del desarrollo de escuelas de fútbol. Soxna trae a España desde la pasada temporada a 25 menores de 14 años chinos del Guangzhou Evergrande, el club con el que ha firmado un acuerdo por el que Soxna cobrará 13.339.832 euros. El objetivo es que "después de tres años para cada grupo de 25 estudiantes al menos el 50% pueda alcanzar nivel profesional para seguir en España hasta que a los 18 años puedan acceder a los juveniles de los equipos profesionales más relevantes de Europa". Los chicos, que vienen sin las familias, están alojados en la Residencia Erasmo de la Universidad Autónoma, mientras que el campo de entrenamiento es el de Santo Domingo, antiguo club de Tenis de Carlos Moyá, en las inmediaciones del circuito del Jarama. El magnate chicno compró las instalaciones y construyó un campo de hierba artificial donde suelen ejercitarse.
Los términos del contrato ofrecen las siguientes contrasprestaciones: pagar el primer año a Soxna 1.709.026 euros por el aprendizaje, educación y demás cláusulas reflejadas en el contrato de los 25 menores. Otros 2.938.191 euros por los 50 niños que vengan en la segunda temporada; 4.020.282 por los 75 del tercer año y 2.938.191 y 1.734.143 por cada uno de las dos últimas. En total, 13.339.832 euros por el desplazamiento, alojamiento y formación de 225 niños durante los próximos cinco años. Un coste medio de 60.000 mil euros por niño.
Mientras estos jugadores se forman en España, en China el Real Madrid cuenta con una escuela de fútbol en Qingyuan (Guangzhou), la escuela de tecnificación más grande del mundo, donde más de un millar de niños chinos entrenan en sus instalaciones. La idea es intercambiar jugadores y promocionar las dos marcas en ambos países. Para ello Florentino ha puesto al mando de las operaciones a Luis Fernández, el que fuera presidente de RTVE durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Xu Jiayin no es el único socio que tiene en el país asiático. En la gira de este verano, Pérez ha presentado un acuerdo del Real Madrid con el grupo Alibaba. Jeff Zhang, presidente del negocio de marketplaces de Alibaba Group, y Pérez anunciaron el lanzamiento de la plataforma Tmall, la tienda oficial online del Real Madrid en China. El acuerdo permite acceder al club a una red de clientes potenciales en China de 600 millones de consumidores vía on line.
De izquierda a derecha, comenzando por arriba: Xu Jiayin, Luis Alsina, Florentino Pérez, Luis Fernández y Jeff Zhang.
Sin embargo, el hombre de Florentino es Xu Jiayin, el presidente del Guangzhou Evergrande, club que en las últimas horas ha saltado a las portadas en China por un supuesto trueque en enero con el Real Madrid por el que Dani Carvajal se marcharía al club chino a cambio de Zhang Linpeng, llamado el Sergio Ramos chino. Una iniciativa que dispararía los ingresos de merchandising en China, pero que a buen seguro no hará mucha gracia a Rafa Benítez. Si el Atlético tiene a su mecenas chino en la persona de Wang Jianlin, el Real Madrid coquetea con Xu Jiayin.
