Cuando miles de organismos oficiales y entidades privadas ultiman los preparativos de numerosos y variados actos para conmemorar el Día Internacional contra la Violencia de Género que se celebra cada 25 de noviembre, la Federación Andaluza de Fútbol sigue consintiendo que en sus campos se ejerza dicha violencia contra las mujeres que arbitran.ç
El último caso, este pasado fin de semana, está descrito con crudeza en el acta arbitral de un partido de la 4ª División andaluza sénior que enfrentó al C.D. Utrera y al Racing Los Molares en el Municipal San Juan Bosco de Utrera (Sevilla). Así lo desvela la web del Sindicato de Árbitros:
"Un aficionado, identificado como seguidor del equipo visitante, Racing Los Molares, se dirigió a lo largo de todo el encuentro a mi asistente número 1 en los siguientes términos: 'No tienes ni idea de arbitrar, vete a tu casa a fregar que es lo que deberías hacer', 'apunta que el presidente del Molares te está insultando, que voy a seguir hasta que llores y te vayas a tu casa a fregar que es lo único que sabes hacer'. El encuentro no se detuvo en ningún momento ya que no se considero que corriese peligro nuestra integridad física".
Se ve que esa agresión verbal y machista no es considerada sancionable por parte del correspondiente Comité de la Andaluza. Así lo denuncia también el Sindicato de Árbitros, que compara con crudeza diferentes decisiones de dicho organismo.
Los federativos andaluces sí han considerado punibles, como es lógico, agresiones, insultos, escupitajos y demás barbaridades contra árbitros, jugadores o espectadores denunciados también en otras tantas actas arbitrales.
Pero se ve que los exabruptos contra la asitente proferidos en el campo de Utrera por un energúmeno -presuntamente el presidente del Racing Los Molares- no merecen ningún castigo. Vamos, que en los campos de fútbol de Andalucía se le puede decir de todo a una mujer mientras no la llames "puta" o similar palabra malsonante.