Según informa 'El Periódico de Aragón', el futuro que Agapito Iglesias diseña para el Zaragoza pasa por un defraudador fiscal: Mariano Casasnovas Vicente, el empresario que, según el entorno del constructor, lidera a un grupo de potentados aragoneses decididos a hacerse con el control del club. Casasnovas es administrador, consejero o apoderado en catorce empresas, todas ellas con sede en Zaragoza y la mayoría vinculadas al sector inmobiliario.
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza, Beatriz Muñoz, declaró en julio del 2009 a Casasnovas autor de dos delitos de fraude tributario por cada uno de los cuales le impuso una condena de un año de prisión, además de dos multas de, respectivamente, 352.000 y 770.000 euros. La sentencia, ratificada unos meses después por la Audiencia Provincial, le condena también a indemnizar a la Agencia Tributaria con 1.119.929,85 euros.
El empresario, para quien la Fiscalía y la Abogacía del Estado reclamaban inicialmente una condena de seis años de cárcel y cuyos dos compañeros de banquillo resultaron absueltos, logró eludir el ingreso en prisión al no superar su condena los dos años de duración -fue suspendida con la condición de que no cometiera ningún otro delito en un periodo de tiempo- y haberse comprometido a liquidar sus deudas con el fisco y con el Tesoro Público.
Casasnovas emerge como un empresario decidido a hacerse cargo del Zaragoza, que tiene como principal acreedor, precisamente, a la Agencia Tributaria. El club aragonés acumula una deuda de 155 millones de euros. Antes de solicitar la declaración de insolvencia, Agapito Iglesias negoció con los responsables de Hacienda en Aragón un beneficioso aplazamiento del pago de los más de 30 millones de euros que entonces debía el Zaragoza a las arcas públicas. Casasnovas, viejo conocido de Hacienda, se ofrece, con ese historial, para hacerse cargo de una empresa cuyas relaciones con el fisco son más que tensas.