¿Cuánto creen que gana un colaborador por trabajar en un programa de radio? Pues, seguramente, mucho menos de lo que tienen en mente. Mientras los profesionales del medio luchan por sus condiciones salariales -ya saben que los medios de comunicación no pasan precisamente por un buen momento-, nos enteramos, a través de la periodista Pilar Eyre, que a Alfonso Díez, viudo de Cayetana de Alba, le han ofrecido 3.000 euros semanales por una aparición estelar en el programa de Carlos Herrera. Y no crean que para discutir asuntos privados de la Casa de Alba, no. Tres mil euros para dar su opinión sobre tema libre. ¿Pero qué invento es éste?
Nos hemos acostumbrado demasiado a que las celebrities facturen cantidades astronómicas por cualquier actividad de la que formen parte. Vemos normal que cuenten los ingresos por miles -o cientos de miles- de euros cuando la desigualdad salarial se encuentra en sus peores niveles de los últimos años. Y sí, son las consecuencias de la fama. Los beneficios que compensan el ser reconocido por la calle y no poder bajar al supermercado en chándal -como si eso fuese un placer-. Pero, ¿nos hemos dejado deslumbrar por las celebrities hasta perder la poca lógica que nos quedaba?
Cristiano Ronaldo ha promocionado firmas por 250.000 euros
Gestos tan sencillos como escribir un tweet pueden suponer ingresos de muchos miles de euros si el encargado de hacerlo es alguien como Cristiano Ronaldo. En 300.000 dólares -unos 250.000 euros- se ha llegado a cifrar la promoción de marcas por parte del futbolista con mejores abdominales del mundo. Un caso excepcional por la cuantía pero mucho más habitual de lo que pensamos. ¿Nunca se han preguntado el afán de las famosas por hablar de sus productos favoritos en los blogs que actualizan en las webs de las revistas? Por mucho que no se nos avise -ojalá un letrero de 'post patrocinado'-, detrás hay una compensación económica. Y lo mismo en Instagram o Snapchat.
1000 euros por post, 6000 por acudir a un photocall -dejarse fotografiar y responder con muchas o pocas ganas a cuatro preguntas-, 15.000 por conceder una entrevista en un plató de televisión o 9000 por ser portada de una revista sin demasiado ropa encima. Precios que se manejan para esos famosos que consideramos de segunda -nada que ver con el millón de euros que se rumorea que pide Isabel Pantoja para su reaparición en público y que nadie parece estar dispuesto a pagar-. Tan solo hace falta dejarse caer unas semanas por Mujeres y hombres y viceversa para ganarse el favor del público y comenzar a encadenar bolos por discotecas. De repente, dejarán de ser 'ninis' para facturar más que cualquier trabajador medio al año.
Con este panorama, ¿todavía les parece extraño que a los reporteros se les acumulen los eventos que deben cubrir cada día? Las marcas viven presas de la fiebre de las celebrities y no encuentran el momento de parar. Tal vez debamos ser los demás los que les pongamos el freno, como quien se levanta de una rueda de prensa de un político cuando éste decide que no va a responder a las preguntas de los periodistas. El mundo virtual necesita muchos contenidos y los famosos son una fuente inagotable. Pero no nos volvamos locos. Pagarle al hijo de Isabel Pantoja para que se haga fotos con sus fans en la puerta de una discoteca y que les lance cuatro mensajes con un micrófono igual es demasiado. Que el caché oscile entre los 3.000 o 4.000 euros es pura locura. ¡Hagamos algo ya!