Malú fue entrevistada por Vicky Martín Berrocal en su podcast, ‘A solas con’, donde desveló aspectos de su vida íntima hasta entonces desconocidos. La cantante que tiene nueva pareja, Ángel 'El Turco', que trabaja con ella en su equipo, vive una etapa muy dulce en lo personal y en lo profesional. “Hace mucho tiempo que no lloro”, confesó, en clara alusión al momento tan feliz que está viviendo tras separarse de Albert Rivera, padre de su única hija, Lucía, de 4 años, del que también ha hablado aunque sin pronunciar su nombre directamente.
En la entrevista, Malú también reveló que sufrió anorexia hace años, una enfermedad que le llevó a estar tan mal, que casi tuvo que ser ingresada por ello. Esta es la primera vez que la cantante ha hablado públicamente de este trastorno de alimentación. Además, también ha hablado de los miedos y complejos que siempre ha tenido y de cómo desde hace dos años, va a terapia y es algo que “le ha cambiado la vida”.
Malú está muy feliz con su hija y su pareja, y en su trabajo
A pesar de la discreción con la que siempre ha llevado su vida íntima, la cantante se ha abierto por primera vez en canal con su amiga, Vicky Martín Berrocal, a la que conoce desde hace muchos años. La cantante confesó que se encuentra en una etapa en la que es muy feliz, está muy bien, en paz, se siente libre y sin complejos. “Soy una Malú más asentada, yo como mujer, como persona, por cómo vivo y por cómo me tomo las cosas. Quizás con una Malú que ya se ha dado muchísimas hostias por el camino, ya ha aprendido, ya ha hecho callo y ya vive la vida de una forma más real, tranquila relajada, sin tanto complejo, sin tanto miedo, sin tanta inseguridad. Yo creo que también eso te lo da un poco la maternidad, aparte de todas las hostias que te vas llevando por tu vida, la maternidad también”, señaló.
Malú habló de su hija Lucía y de cómo esta le ha cambiado su vida. “Yo creo que hay una parte de en la que tú dejas de tener todo el protagonismo. Yo siempre digo: ‘¿pero qué ha sido de mí?’ Pasas de tener todo para ti y al final, todo ya es para ella y todo lo que hay en ti, es para ella. Creo que te quita muchas tonterías de golpe, o sea, como que te bajan a tierra”.
Cuando Vicky Martín Berrocal le preguntó si era feliz ahora, Malú confesó: “Soy refeliz. Soy muy feliz, estoy en paz, me siento en paz y me siento muy bien conmigo misma, muy bien. Y lo puedo decir con absoluta plenitud y conciencia de lo que digo. Me siento bien, me gusto, me quiero, me antepongo, creo en mí, siento que soy una buena hija, una buena madre, que me machaco a trabajar, que peleo...”. Entonces, confesó: “Me quiero y creo que es la primera vez que me quiero en mis 42 años”.
Malú continuó abriéndose en canal: “42 años he necesitado para mirarme al espejo y decir: ‘Tía, está bien’. Tú eres así, está bien y este es tu cuerpo, esta es tu cara, tu piel, tu pelo y es guay. Está bien, eres simpática, no eres la más simpática del universo tampoco, pero soy una persona agradable, educada, soy buena, ya está. Antes era todo defectos y complejos y querer ser otra persona”.
Malú fue entrevistada por Vicky Martín Berrocal
Malú confiesa que sufrió anorexia y estuvieron a punto de ingresarla
Cuando la diseñadora Vicky Martín Berrocal le preguntó si ha tenido complejos con su cuerpo, Malú resopló: “Puff. Yo he tenido mis cosas con la comida, trastornos de empezar a comer menos, la obsesión por la delgadez, la obsesión por estar delgada y mostrar físicamente cómo tenía que ser y se me fue bastante de las manos”. “No es fácil salir, no es fácil pero se sale”, señaló después.
Su obsesión por el trabajo le llevó a desatender su problema de salud. “Yo seguía trabajando, seguía con mil cosas que tenía que hacer y no podía centrarme en eso. Y eso estaba, iba y venía hasta que dejó de venir. Digamos que un día ya dije: 'ya está', pero es duro el daño que te haces a ti mismo. Sinceramente, creo que sigue formando parte de esa forma de autoagresión de no estar nunca bien contigo mismo. Es una forma más de hacerte daño y me parece muy duro que a día de hoy siga pasando tanto, sobre todo en la adolescencia, cuando más guapa eres, cuando tu cuerpo es más bonito, independientemente de que tengas más o menos kilos. Ese cuerpo ahí puesto en su sitio. Es increíble que siga pasando y nos encantamos cuando nos quedamos como verdaderos latiguillos”.
Malú llego a estar tan mal de la anorexia que padecía que casi la tienen que ingresar. “Sinceramente, yo inicié un tratamiento que no seguí porque tenía que trabajar y tenía muchos conciertos y muchas cosas que hacer y era más el afán por tapar lo que estaba pasando, que por hacer lo que había que hacer. En un momento dado, ingresar era un poco la solución y eso hubiera sido un escándalo mediático, y no queríamos que pasara y fui yo. Estuve un montón de años con el sí, con el no... con come. Quité todos los pesos de mi casa, los espejos, todo, para no ver constantemente mi imagen, cosa que no es fácil porque tú te ves constantemente luego en otro sitio que no es el espejo. Y seguí trabajando, seguí con ellos, seguí intentándolo”.
Malú confesó cómo puso fin a su problema de salud con la anorexia. “Una vez, íbamos a sacar ‘Guerra fría’ y estuve un mes entero que no podía dormir. Llamé a un amigo médico le dije: ‘oye, necesito que me echéis una mano, llevo un mes que duermo una hora cada noche. Tengo estrés no, lo de después, va a salir el disco y tal. Esta vez me ha dado que no puedo dormir y estoy súper estresada y no puedo dormir. Él me dijo que fuera a un amigo que era psiquiatra y hablara con él para que me echara una mano y fui. Le conté que no podía dormir, que a ver si me podía dar algo que me ayudara, por lo menos, a conciliar el sueño o lo que fuera. Le conté que yo había tenido trastornos alimenticios y me preguntó un poco. Le dije que a mí en su momento me dijeron ‘pues tú eres anoréxica y eres tal y eres cual’ y yo le dije pues como que yo tenía esa enfermedad. Entonces, me dio una charla muy chula, bastante corta y tonta, en la que me dijo que a qué edad había empezado y dije que no me acordaba de la edad y me dijo: ‘No, tú no eres anoréxica. Tú tienes como conducta pero no lo eres porque eso se fragua de otra forma, mucho antes, para que eso como que se quede ahí. O sea, tú tienes otra cosa y llegué a mi casa y dije: ‘oye, que no soy nada, que no estoy enferma, que a mí no me pasa absolutamente nada, no estoy enferma, se acabó’”.
La cantante continuó diciendo: “Seguí en mi dinámica de ‘no me peso, no hago esto, no hago lo otro’ y hasta hoy. Y te puedo asegurar que me ceno fabadas como una campeona, que me encanta, y al día siguiente, pues si me duele la tripa, pues como un poco menos, pero vamos, que mi cuerpo a día de hoy me da lo mismo. Me encanto, nunca lo había contado. De hecho, no sabía ni cómo contarlo porque no lo he contado nunca”, reveló en el podcast.
Vicky Martín Berrocal confesó que a ella le llegó que Malú tenía anorexia. “Siempre estabas con el trabajo, te olvidabas de ti. Yo me enteré, alguien me lo comentó, y siempre quise levantar el teléfono y ver qué podía hacer. Fíjate que hasta hoy no lo habíamos hablado. Lo tenías ahí escondido”. Sin embargo, las dos comentaron que saltaba a la vista que algo le ocurría. “Se vio físicamente, se vio”.
Malú explicó por qué ha decidido hablar ahora de la anorexia que padeció. “Hoy lo cuento porque estoy en otro sitio y porque realmente ves a un montón de gente pequeña, que está entrando en un lugar que dices... y tratas de decir ‘mira sé de lo que te hablo no vayas por aquí, no hagas esto, no hagas lo otro’, pero realmente hablarlo públicamente nunca lo he contado”.
Vicky alabó su valentía de haberlo contado y comentó que, tras desvelar su problema de salud, iba a ayudar a muchas mujeres. “Ojalá que sirva para algo. Sobre todo, que de verdad, que no merece la pena, que esto es cortísimo y no merece la pena pasarlo tan mal, para mirarte, para verte bien. Mírate mejor, que seguro que te vas a ver mucho mejor, quiérete bien”.
Malú señaló que también había que ser “diferente a tu modelo a seguir y eso mola”. “Ser diferente mola, eso se lo digo todo el rato a mi hija: ‘Mi vida, ser diferente también mola mucho, mi amor’. Se lo estoy contando desde ya, al igual que no hacer un comentario de gorda, delgada o no comas, no tal... Me parece fundamental que nos criemos en una generación en la que no sepan lo que es gorda o delgada”.
Malú confiesa que sufrió anorexia
Malú desvela que ha tenido "una exigencia enfermiza" con ella misma
La cantante de ‘Aprendiz’ confesó que siempre había tenido “muy disociado”, lo que es ella como “artista” y “como mujer”. “Soy la persona más insegura y tímida del universo y cuando me subo a un escenario, es un empoderamiento brutal. Pero luego me vuelvo a bajar y con las mismas estoy: ‘¿Qué tal ha ido? ¿Bien? ¿Pero ha estado bonito?’. Te haces pequeñita otra vez”.
Malú desveló lo exigente que es con ella misma. “Yo he tenido una exigencia muy enfermiza conmigo. Me he hecho mucho daño a mí misma porque al final era todo para la música, todo para la voz, todo para los conciertos, todo para todo menos para mí y hacía cosas brutales y parecía que eran terribles y no me valía con nada. Si tenía un concierto dentro de dos semanas y me decían de ir a cenar, decía que tenía que cantar. Todo era demasiado y hemos hecho una barbaridad de cosas preciosas y no las he disfrutado, las he padecido”.
La cantante tenía un nivel de exigencia que no le permitía disfrutar de las cosas y situaciones. “Siempre me ha parecido que podía estar mejor o porque simplemente esa luz se ha encendido donde no se tiene que encender, esto ha saltado donde no tiene que saltar... O sea, por cosas bastante absurdas, si lo piensas en frío”.
Sin embargo, Malú confesó que su vida da un giro radical cuando sufre la lesión que le llevó a cancelar su gira y a estar alejada de los escenarios durante tres años. La cantante hacía alusión a la caída que sufrió en 2019 durante los ensayos generales de la gira Oxígeno Tour, que le llevó a ser operada de la rotura de ligamentos que sufrió su tobillo derecho. La lesión le llevó a estar mucho tiempo en casa y a conocerse más. “Creo que esa lesión, que me hizo por primera vez cancelar una gira, dejar a todo mi equipo parado, a muchísima gente, me hizo sentarme en casa tranquila y vivir conmigo misma mucho tiempo seguido y realmente es como si esa Malú, la exigente, la mantuve guardada mucho tiempo, porque no necesitaba disociar”.
Sin embargo, durante estos años también se llenó de miedos e inseguridades. “Cuando me toca volver, uno de mis miedos más grandes o de mis ansiedades era: ‘No puedo volver, no soy Malú, no encuentro a Malú, no sé dónde está... Necesito que venga Malú y me empodere para hacer esto, ¿cómo voy a volver? Es que no puedo volver, es que no me atrevo, cómo me voy a subir a un escenario sin esa que yo no la encuentro por ningún sitio. Me di cuenta que llevaba mucho tiempo sin tenerla a mano y que no sabía manejarme con ella y ahí fue cuando noto ese primer cambio, de unión, de las dos, de cuando ya me siento a una entrevista no se sienta Malú, me sentaba yo y no había cosa en el universo que me diera más terror que esa, más pánico. Era como, cómo me voy a resolver yo sin ese personaje maravilloso, que me yo me he creado, fuerte, empoderado, duro, que sabe hacerlo todo y que lo contesta todo bien”. Al preguntarle VIcky cómo lo consiguió, Malú dijo: “Haciéndolo, como en general todo en mi vida, haciéndolo”.
Malú también confesó el miedo que tenía a que se hubieran olvidado de ella, cuando volvió a subirse al escenario. “Ese miedo era terrible. Pensaba: ‘se van a olvidar, cuando pueda volver, ya no voy a estar’. Va muy rápido ahora todo, no solo la música, todo está a un click. Al igual que todo entra rápido, se va rápido. ‘Y si yo ahora salgo y ya se fueron, ya no están’. Y ese era un gran miedo y era como que me generaba mucha ansiedad por intentar arrancar antes”.
Sin embargo, al final sus miles de fans la recibieron con los brazos abiertos y estaban esperando su regreso. “Fue muchísimo más bonito de lo que me imaginaba. Otra de las cosas por las que tenemos mucha ansiedad es porque nos adelantamos mucho a lo que nos va a pasar, pero lo retomamos y fue precioso”.
Malú lleva yendo dos años al psicólogo
Malú confesó que también ha podido gestionar todos sus miedos, incertidumbres y demás emociones porque lleva “casi dos años con una terapeuta”, una psicóloga que se llama Natalia. “Me da herramientas que yo no tenía. Tenía coraje, fuerza, valor, voluntad... pero no tenía herramientas, entonces era más difícil y con las herramientas gestionas mejor, es más fácil saber lo que te está pasando, cómo te estás sintiendo, y tienes esa herramienta para decir por aquí, vamos a hacer esto y pasa y sale bien y a mí me ha cambiado la vida, la verdad. Vamos, no la dejo ni loca ni en Navidad”. “No está mal que nos den herramientas para gestionar las emociones. Las emociones nos destrozan”, sentenció.
Malú continuó hablando de lo bien que le sienta la terapia con su psicóloga. “Me dice que soy muy pesada, que estoy perfecta, que vaya cada tres semanas y yo le digo que se nos acumulan las cosas y que luego es que no me da tiempo en una hora a contárselo todo, que yo prefiero todas las semanitas una charlita si se puede, porque es verdad, que luego se te acumula la tarea y le digo: ‘pues dame dos horas que con una no tengo par a contártelo todo’. Creo que es de las mejores cosas que he hecho en mi vida”.