Ocho de la tarde del lunes, y el Hotel Villamagna ya estaba atestado de prensa y de curiosos. Y no es de extrañar. No todos los días Mario Vargas Llosa cumple 80 años. En una celebración que incluía una cena de 400 invitados, a esa hora comenzaron a llegar muchos rostros conocidos.
Felipe González y su mujer Mar García Vaquero, Ana Botella y José María Aznar o Esperanza Aguirre, fueron las personalidades políticas, pero tampoco faltaron Federico Jiménez Losantos, Boris Izaguirre, Iñaki Gabilondo o Luis María Anson. Boris, de hecho, asegura a Europa Press que el nobel dijo que "la felicidad tiene un nombre y es Isabel Preysler", y añadió: "Ha sido muy emocionante todas las palabras que ha tenido Vargas Llosa para el conflicto en Venezuela, recordando la literatura y también para Isabel que han sido hermosísimas".
Isabel le ha regalado un gran danés llamado Celine
En cuanto a la familia de Vargas Llosa, solo acudió su hijo Álvaro, eso sí, acompañado de su mujer Susana Abad. Todos pudieron degustar una cena patrocinada por la Fundación Internacional de la Libertad y las cátedras que llevan el nombre del escritor.
Y es que, aunque de sobra es conocida Isabel Preysler como anfitriona de fiestas, ella no organizó ésta. Pero, como cabía esperar, su protagonismo sí se hizo más que notable, y la delató en su llegada a las nueve menos cuarto. Imponente con un vestido blanco en dos piezas bordadas y rematadas en flecos en su falda, de Andrew GN, hemos podido saber que el regalo de su novia ha sido un gran danés cachorro llamado Celine que, la hija de la socialité Tamara Falcó ya comparte en sus redes sociales como “el nuevo miembro de la familia”.
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Todos quedaron encantados y este próximo jueves, Isabel acudirá a un evento donde podremos preguntarle por todos los detalles de esta fiesta y por cómo continúa su tan comentada historia de amor.