El príncipe Carlos de Inglaterra, su esposa Camilla Parker, el duque de Cambridge, el príncipe Guillermo (Willy) y su hermano, el príncipe Harry, han viajado de forma inminente al castillo de Balmoral y ya se encuentran allí después de que los médicos de la reina Isabel II hayan emitido un comunicado en el que han mostrado su preocupación por la salud de la monarca. Por su parte, las mujeres de los hijos de Carlos y Lady Di, Meghan Markle y Kate Middleton no acudirán a la residencia de verano de la monarca, situada en Escocia.
[Sigue en directo la última hora del estado de salud de la reina Isabel II]
En los últimos días, varios movimientos de Isabel II, de 96 años de edad, hicieron saltar las alarmas de que su salud había empeorado. El príncipe Carlos, consciente del delicado estado de salud de su madre, la estaba visitando todos los días ante el temor de que su salud se agravara.
Este aumento de la frecuencia en las visitas del heredero al trono a Isabel II ya puso en alerta de que podría deberse a un empeoramiento de la salud de la soberana y que no estaba tan bien como parecía.
Los movimientos de la reina Isabel II que alertaban de que había empeorado su salud
El último acto público en el que hemos visto a la Reina de Inglaterra fue el martes 6 de septiembre en el tradicional besamanos a la nueva primera ministra británica, Liz Truss, que ha ocupado el cargo tras la dimisión en julio de Boris Johnson.
Era la primera vez que esta recepción tiene lugar en el castillo de Balmoral, ya que con los anteriores 14 jefes de Estado que han pasado por Downing Street, siempre se había celebrado este tradicional acto de bienvenida en Buckingham Palace, por su proximidad a la sede del Gobierno.
Ya entonces este cambio de lugar también alertó de que los problemas de movilidad que padece la Reina desde hace tiempo, se le podían haber agravado.
Isabel II no se ha dejado ver en sus vacaciones como otros años
Otro indicio de que la salud de la reina Isabel II ha empeorado es que, a diferencia de otros años, la soberana no se ha dejado ver durante sus vacaciones en su residencia de verano, en el Castillo de Balmoral, ubicado en la localidad escocesa de Aberdeenshire.
Además había cancelado su asistencia a los juegos anuales de Braemar, uno de los eventos más famosos del circuito de Highland Games, que celebran las culturas escocesas y celtas, y de la que ella es la patrona. Este encuentro tiene lugar todos los años el primer sábado de septiembre y por primera vez se ausentó.
Otro movimiento que había llamado la atención es que la misa de los domingos a la que asiste la Reina, se ha realizado a puerta cerrada esta vez cuando era habitual que se la viera rodeada de personas.