Las anunciantes a nivel global dilapidaron unos 31.000 millones de euros en promocionarse para un público inexistente, según un estudio de la consultora británica especializada en mercados digitales Juniper Research.
El dato apuntala que el fraude crece a un ritmo trepidante: la misma consultora había pronosticado en 2017 que el fraude sería de 19.000 millones al cabo del pasado año. El agujero ya consumado marca un nuevo récord para un negocio que, según pronostica las consultora, ascenderá a los 38.000 millones este año y podría alcanzar los 100.000 millones en 2023.
El fraude pivota en torno al uso de bots para generar clicks ficticios a publicidad comprada en la web, soportes móviles, apps y motores de búsqueda como Google. Tal es la dimensión de la estafa que ha traspasado ya la cifra de beneficios del famoso buscador mundial del grupo Alphabet, de 27.000 millones en 2018.
El fraude en la publicidad digital mueve cuatro mil millones de euros más que lo que gana Google cada año
Un ejemplo paradigmático del fraude tuvo lugar en el Reino Unido con el periódico económico Financial Times, que a finales de 2017, detectó publicidad fraudulenta en su página web por un valor superior al millón de euros mensuales.
La dinámica del fraude, también en España
A preguntas de Vozpópuli, desde Juniper dicen no tener cifras segmentadas sobre lo que sucede en España, donde la publicidad digital movió casi 2.000 millones de euros el pasado 2018. En cualquier caso, fuentes del sector a nivel nacional como el experto en marketing digital Amel Fernández aseguran que, si bien no hay cifras oficiales del fraude en nuestro país, sí que consta la existencia de casos de agencias de publicidad que se están beneficiando de este tipo de estafas.
La dinámica habitual es que un anunciante, para comprar publicidad digital programada, contacte con una agencia de publicidad. Según explica Fernández, algunas agencias de publicidad subcontratan a empresas especializadas en el uso de bots con diferentes propósitos para generar clicks falsos a diferentes webs y/o poner en marcha webs falsas que simulan ser una real.
Fuentes del sector aseguran que, si bien no existen cifras oficiales, existen casos de agencias de publicidad que se benefician de este fraude en España
Así, la agencia y la empresa subcontratada cobran ingentes cantidades de dinero por una interacción irreal con el contenido promocionado.
Desconocimiento de pequeños anunciantes y riesgos
El informe de Juniper incide además en la escasa prevención frente a este tipo de riesgos en pequeños anunciantes y pronostica que apenas 14.000 millones de euros podrán dejar de dilapidarse en este fraude.
El estudio añade como factor de riesgo el creciente desfase entre el cada vez más amplio número de espacios y formatos de publicidad digitales (en web, móvil y apps) y la demanda de los anunciantes, un desfase que los 'ciberdelincuentes' utilzarán para colar su publicidad fraudulenta con más facilidad.