La pasada semana el Gobierno ordenó el cierre de todos los hoteles y alojamientos turísticos debido a la crisis del coronavirus. Tal y como se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Ejecutivo daba siete días de plazo máximo, desde el jueves, para que se cumpliese con la medida.
El cierre decretado por el Ejecutivo afecta a “todos los hoteles y alojamientos similares, alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia, campings, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares, ubicados en cualquier parte del territorio nacional”.
A pesar del confinamiento y de la medida del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en páginas como Airbnb o Booking se puede reservar alojamiento para los próximos días en ciudades como Madrid, Barcelona o Vitoria, tres de las más afectadas por la crisis del coronavirus.
En Airbnb la reserva y el pago se pueden efectuar con total normalidad aun seleccionando fechas incluidas en la duración del estado de alarma, que mínimo se extenderá hasta 11 de abril. Solamente a la hora de efectuar la cancelación entre las opciones se nombra el Covid-19. Lo mismo ocurre en Booking. Se puede hacer una reserva, por ejemplo en Madrid, para los próximos días.
Desde Airbnb aseguran a Vozpópuli que los anfitriones y viajeros recibieron un mensaje de la plataforma en el que se les informaba de la orden del Gobierno tan pronto como se publicó y por la que se impide aceptar y hacer nuevas reservas dentro de las fechas del estado de alarma. "Airbnb ha informado de manera constante y proactiva a toda la comunidad de usuarios -mediante correos electrónicos, servicio de atención al cliente y la propia página web- sobre la normativa vigente y las restricciones temporales existentes con motivo de la declaración del estado de alarma", explican. "Entendemos que estos son tiempos difíciles que necesitan medidas extraordinarias y la salud de la comunidad de anfitriones y huéspedes es nuestra máxima prioridad", añaden.
La orden ministerial prohíbe la apertura al público general pero recoge que se debe permitir el alojamiento de personas que deban desplazarse para atender a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad, personas especialmente vulnerables o con necesidades de atención sanitaria. También el de sanitarios, trabajadores de mantenimiento, tripulaciones de buques pesqueros o trabajadores de reparación y ejecución de obras de interés general en obras de interés general, entre otros.