El grupo Amper, a través su filial Nervión, ha firmado un acuerdo con Navantia por importe de más de 23 millones de euros más impuestos relacionado con la contratación de cinco plataformas flotantes para el Programa Kincardine, un parque eólico marino de 50 megavatios (MW) situado en Aberdeen (Escocia), que está construyendo ACS a través de su filial industrial Cobra.
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Amper detalla que el contrato consiste en la ejecución de trabajos de ensamblaje, armamento, electricidad, etc., dentro de las actividades propias de construcción modular y servicios que realiza la filial industrial de Amper en el sector eólico marino.
ACS levantará el parque eólico más grande del mundo
Este contrato, que supone un año de trabajo para más de 200 operarios, se enmarca en el proceso de ejecución y consecución de su Plan Estratégico 2018-2020 del Grupo Amper y se convierte en el séptimo en el que participa Nervión desde su introducción en el año 2014 en la fabricación seriada de componentes de parques eólicos offshore.
En este sentido, la compañía señala que los trabajos a desarrollar serán similares a los que realizó en el Proyecto Windfloat para EDP y que está actualmente en su fase final.
ACS, a través de su filial industrial Cobra, anunció el pasado mes de enero una inversión de 450 millones de euros para levantar en las costas de Aberdeen el que será el mayor parque eólico marino del mundo con tecnología flotante, que se prevé esté en operación en 2020.
Sener participa en el proyecto
Cobra ya ha estrenado la primera fase de esta instalación, que se levanta a unos quince kilómetros mar adentro de las costas escocesas y en la que la firma controla el 90% del capital, mientras que el 10% restante se reparte entre diversos socios escoceses.
En concreto, la filial de ACS puso en marcha en una primera fase de este proyecto una turbina suministrada por Vestas de 2 MW de potencia, a la que esperaba ir sumando otras cinco posiciones flotantes más, de 9,6 MW de potencia cada una, hasta sumar así los 50 MW que tendrá el proyecto.
El proyecto cuenta con la participación de la firma de ingeniería española Sener, que se encarga desde la supervisión de la fabricación de las plataformas flotantes hasta el análisis de viabilidad técnica del montaje de los aerogeneradores, pasando por la prestación de la asistencia técnica en la monitorización de la planta