El movimiento en la cúpula de Brasil, una de las filiales más importantes para Santander y que está bajo el escrutinio del mercado debido a los problemas macroeconómicos del país, respondería directamente a la voluntad de la presidente, Ana Botín, quien de esta forma quiere dar un revulsivo al negocio. El grupo ha empezado a poner en marcha diversas iniciativas comerciales en el país, además de una modernización de la tecnología para incrementar la captación y la fidelización de los clientes.
La situación de la filial brasileña, que ha soportado los resultados del grupo durante toda la crisis, lleva meses despertando recelos entre el mercado y los analistas. De hecho, en julio pasado, N+1 emitió un informe muy crítico con la situación de las franquicias en Brasil y Estados Unidos. "Estamos preocupados por los bajos rendimientos estructurales obtenidos por Santander en Brasil. Los problemas no son nuevos y van más allá del retroceso de los datos macro: la integración con Banco Real fue decepcionante, la dirección ha cambiado en varias ocasiones, y Santander Brasil ha perdido cuota de mercado durante los años buenos y malos, careciendo de dinamismo comercial", explica el analista de N+1. Así, Francisco Riquel rebajaba las estimaciones de beneficio de esta filial para 2016-17 un 10% cada año, reflejando la subida del 5% de los impuestos y la falta de rebaja del coste de riesgo.
"Ya no es el banco preferido por los clientes"
"De hecho, Santander tiene un problema con su franquicia en Brasil", enfatiza Riquel, "ya que no es el banco preferido por los clientes ni las empresas. Tan sólo es la segunda o tercera opción entre los bancos minoristas locales (Itaú Unibanco o Bradesco entre lo privado bancos, o Banco do Brasil y Caixa entre los bancos públicos), lo que hace que capte clientes menos rentables que sus competidores". Para recomponer esta situación, el analista considera que Santander debería pujar fuerte por HSBC Brasil, por quien ha presentado una oferta, lo que le permitiría ganar penetración en depósitos y créditos (alrededor del 20%) y mayor cuota en pymes con buenas sinergias.
En este sentido, pese a reconocer que la entidad se ha "puesto al día" en solvencia, tras la ampliación de 7.500 millones, con las que superará el 10% del capital de máxima calidad, Riquel considera que Santander sigue centrado en la generacion de capital lo que le "limita" su capacidad de actuación de cara a las adquisición. "Santander parece mostrar un perfil bajo en las ofertas que está presentando (citando el caso de NovoBanco en Portugal y HSBC Brasil)", asegura.
1.007 millones de euros de beneficios en el primer semestre
En el primer semestre del año Brasil aportó 1.007 millones de euros de beneficios, el 20% del total, sólo por detrás de Reino Unido, y generó negocio por importe de 6.066 millones de euros. Sin embargo, Brasil también es el mercado que más quebraderos presenta a la entidad española por litigios relacionados con reclamaciones fiscales, laborales o de municipios del país.
En 2014 Santander provisionó para impuestos y otras contingencias 5.310 millones de euros. De esa cantidad cerca de la mitad, 2.453 millones, correspondieron a Brasil. La cifra de provisiones destinadas al mercado brasileño es superior a la suma de las dotadas para litigios en toda la Unión Europea por el banco español. Sólo las provisiones para procesos laborales en Brasil ascienden al término del pasado año a 616 millones de euros.
El peso de los conflictos legales brasileños para Santander es tal que en la memoria anual de 2014, cuando el banco presidido por Ana Botín explica los principales litigios de naturaleza fiscal que arrastra, enumera 14 casos destacados, de los cuales 12 se encuentran en Brasil.