Política

La operación contra Ayuso tumba a Lobato a la espera de que el Supremo decida sobre Moncloa

El dirigente de los socialistas madrileños anuncia su dimisión como líder del PSM tras días de presiones continuas de su propia organización

  • Juan Lobato. -

Fin de la historia, por ahora. Tres años después de su desembarco en la dirección del PSOE-M, la aventura de Juan Lobato al timón de la federación socialista madrileña ha llegado a su fin. Así lo ha anunciado el ya ex secretario general de los socialistas madrileños, mediante un comunicado en el que advierte que ha tomado la decisión "para poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave que se estaba generando en el partido, que sólo iba a dañar al PSOE en Madrid y a los avances en la unidad que habíamos conseguido".

Finalmente, tras días de enormes presiones desde Ferraz y Moncloa, Lobato ha terminado claudicando ante los deseos de Pedro Sánchez y de la dirección federal, quienes llevan tiempo enseñándole la puerta de salida. "Mi objetivo siempre ha sido construir un proyecto ambicioso y con ilusión para Madrid, y así debe seguir siendo en el futuro", ha reseñado Lobato. 

"Siempre he dejado claro que la política en la que creo tiene como esencia el diálogo y el debate, el servicio público, la honestidad y el interés general. Creo en la política en la que personas con posiciones diferentes podamos acordar cosas que beneficien a los ciudadanos. Porque el bien común tiene que estar por encima de cualquier posición política".

El exlíder del PSOE-M ha lanzado varias pullas a la gestión de la crisis abierta en Ferraz que ha hecho Sánchez y de la forma en que concibe la lucha política contra Isabel Díaz Ayuso: "Yo no creo en la destrucción del adversario, en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente. Insisto: para mí la política es otra cosa. Y la lealtad a mi partido es trabajar para poner en marcha sus principios, aquello que lleva más de 145 años representando: la igualdad, la libertad, la democracia, la educación y la sanidad pública, la defensa de los más vulnerables, el no dejar a nadie atrás".

La dimisión de Lobato, que buena parte de su propia exejecutiva le venía reclamando desde este lunes, se rumiaba desde el el día en que ABC desveló la operación política de presión que sufrió por parte de Moncloa para utilizar el documento secreto del letrado de la pareja de Ayuso. Este mismo martes, cuando convocó a la prensa en el edificio de grupos de la Asamblea de Madrid, evitó la dimisión y dijo sentirse "preocupado por la reacción de miembros" de su partido que no decía no entender. "No la entiendo porque si a mí se me dijo esa mañana cuando me mandaron la documentación que era verdad, no veo el problema en acreditar que era verídica", zanjó.

"Al revés. Parece que dudaran de la veracidad de lo que a mí se me dijo, y eso no lo contemplo, que fuese falso", concluyó el ya ex secretario general del PSOE-M. 

La citación del Tribunal Supremo para comparecer este viernes 29 en calidad de testigo lo ha acelerado todo. Las sospechas sobre la implicación de altos miembros del núcleo duro de Sánchez en la filtración de la Fiscalía General del Estado se expanden. Porque Lobato apunta a Pilar Sánchez Acera, jefa de gabinete de Óscar López, como la persona que le facilitó la información del correo de Alberto González Amador, y a Óscar López, el ministro al que Sánchez quiere como candidato para sustituir al defenestrado Lobato. Todo esto con el Congreso Federal en dos días, más el congreso del PSM, que arranca el 5 de diciembre, y donde se elegirá al nuevo secretario general el 11 de enero o, como muy tarde, el 18, en la segunda vuelta. 

Lobato defiende un PSOE "abierto"

"Ninguno somos imprescindibles. Es mucho más importante en todo momento proteger y fomentar la buena política que a quienes la ejercemos circunstancialmente. Sin duda mi forma de hacer política no es igual ni quizá en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene. No pasa nada. Lo asumo democráticamente. Pero no puedo renunciar a ser como soy y como he sido siempre".

"Lógicamente, siempre hay cosas que podemos mejorar para representar los intereses y aplicar las soluciones a los problemas de la mayoría de la sociedad. Pero son las políticas de progreso y compromiso con la mayoría social las que han garantizado a lo largo de los años y garantizan hoy que vivamos en una sociedad que avanza con la mano tendida y ofreciendo seguridad y oportunidades para todos y todas".

"Gente con distintas opiniones pueden sumar y aportar ideas. Es la política que he aplicado en cualquier lugar o posición en la que he representado a la ciudadanía y a mi partido. La que escucha, la que argumenta, la que no insulta o aniquila al propio o al de enfrente, sino que trata de convencerle y buscar puntos en común. No contemplo otra forma de hacer política".

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