Política

El PP abre una línea de comunicación directa con Junts en el Congreso: "Lo importante es el qué"

Los populares descartan que el electorado penalice un acercamiento en el Congreso con el partido de Puigdemont: "Para pagar impuestos la gente lo quiere".

  • Núñez Feijóo, este miércoles en el Congreso. -

La 'geometría variable' en el Congreso de los Diputados junta a particulares parejas de baile. Antaño, fueron Aznar y Anguita. "Son la misma mierda", llegó a decir Felipe González del tándem que más quebraderos de cabeza le dio en el epílogo de su carrera política. Salvando las distancias, el Partido Popular de hogaño explora una fórmula parecida con un actor de lo más pintoresco: Junts per Cataluña. Si antes parecía insalvable la distancia que les separaba, ahora las posturas se han acercado. Todo para hacer pinza contra el Gobierno alumbrando reformas legislativas de calado desde la oposición. 

La legislatura comenzó con la declinación de Alberto Núñez Feijóo a reunirse con Miriam Nogueras, portavoz independentista en la Cámara Baja, en la ronda de consultas que protagonizó para su investidura fallida. Sus intenciones causaron una marejada interna en aguas populares y acabó dando marcha atrás. Un año y medio después, la relación entre ambas formaciones se ha normalizado. Según ha podido saber Vozpópuli, existe una línea de interlocución directa a través de los grupos parlamentarios para alcanzar pactos puntuales. Como muestra, la alianza de esta semana para tumbar el impuesto sobre la producción eléctrica. Un varapalo al Gobierno, que encadenó otra derrota severa en el Congreso en pleno órdago de Puigdemont, que a su vez vuelve a amenazar a Sánchez con retirarle el apoyo de sus siete diputados si no se somete a una cuestión de confianza. 

A juicio de un destacado diputado popular, a la hora de entablar una línea de comunicación con Junts, "lo importante es el qué, no el cómo ni el con quién". La plana mayor de dirigentes de la formación concluye que el electorado no debería penalizar un acercamiento con los independentistas… siempre y cuando esté bien justificado: para legislar sobre medidas concretas. Especialmente, en el terreno económico, donde hay una clara sintonía ideológica. "Para no pagar impuestos la gente lo quiere", alega a este diario un barón autonómico con mando en plaza. 

En la cúpula de Génova descartan que los votantes tomen represalias por la aproximación con el partido de Puigdemont en el marco del Hemiciclo. "Por supuesto que entienden que pactemos con Junts para cuestiones económicas", opinan en el entorno de Feijóo. "Lo importante es la calidad de vida de los españoles, la capacidad para tomar sus propias decisiones", agrega un diputado nacional. 

Este lunes, los populares consiguieron meter un gol por la escuadra al Gobierno en la Comisión de Transición Ecológica. Lo hicieron gracias a una inusitada alianza con Junts para suspender el impuesto del 7% a la producción eléctrica. "Se trataba de un tema sectorial que llevábamos defendiendo mucho tiempo, nos lo estaban reclamando las empresas renovables y luego nos apoyaron Vox, ERC y PNV", arguye otro parlamentario próximo al líder popular. Hasta la fecha, los dos grupos han coincidido en el sentido del voto, para enfado del Gobierno, en repetidas ocasiones. Eso sí, sin que haya trascendido una negociación previa. Esta vez, en el PP no niegan que hubo cruce de mensajes… y llamadas. Y, lo más destacado: no será una excepción a partir de ahora. "No podemos estar de espaldas a la pared, la obligación del PP es estar en el centro del campo", defienden en la bancada popular. 

La moción de censura

La intención del grupo que comanda Miguel Tellado es continuar con esta dinámica que tiene una meta onírica: aprobar una moción de censura con los votos de Junts. Los mandos populares son conscientes de que sólo el partido de Puigdemont podría dar un volantazo tan drástico. Al PNV, que depende de los socialistas para mantener la lehendakaritza en el País Vasco, lo dan por perdido. No son pocos los dirigentes del PP que anhelan que Pedro Sánchez ponga fin a su estancia en la Moncloa tras probar la misma medicina que le llevó hasta allí. Pero nadie quiere reconocerlo abiertamente y, de la misma manera, hay un sector de la formación que se muestra abiertamente en contra de este desenlace. En todo caso, el propio Feijóo se resiste a dar el paso de llamar a Junts para explorar esa vía. No lo hará incluso si Sánchez encalla en su afán de sacar unos Presupuestos. En ningún caso el presidente popular tiene intención de coger su teléfono para marcar un número belga. Los suyos creen que sería peor el remedio que la enfermedad. 

No obstante, más allá de la moción ficticia, el PP está dispuesto a seguir con la 'vía Junts' para minar la estabilidad de Sánchez. Y los guiños de los populares no pasan desapercibidos. Este mismo miércoles, en la sesión de control, Núñez Feijóo dedicó una parte de su rifirrafe con Sánchez para interpelar directamente a la portavoz independentista: "Señora Nogueras, claro que Sánchez no es de fiar, claro que les ha engañado, claro que les va a seguir engañando, se lo he dicho hace mucho tiempo y se lo reitero hoy". Acto seguido, Nogueras emplazó a Sánchez a "mover el culo" y a cumplir con lo pactado, le insistió con que su partido no iba "de farol" y reiteró la amenaza de Puigdemont: vetar las cuentas públicas si no se saldan las cuentas pendientes. En este baile de intereses, el Gobierno trata de reconducir la movediza situación con sus socios de Junts y el PP, de hurgar en las heridas. 

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