Banca

El BCE anticipa más turbulencias financieras por la subida agresiva de tipos

El brazo supervisor del banco central advierte de que el cambio de la política monetaria puede provocar morosidad y obligar a nuevas provisiones, sobre todo en el crédito ligado al ladrillo y al consumo.

  • La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. -

Las turbulencias financieras pueden no haberse acabado tras las crisis del Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse. El Banco Central Europeo (BCE) hace cierta autocrítica y predice que las subidas agresivas de los tipos de interés, de 350 puntos básicos en apenas ocho meses, pueden provocar un "desorden" en los mercados financieros.

Pese a la amenaza de crisis financiera, el Eurobanco decidió mantener la semana pasada la hoja de ruta prevista y subió el precio del dinero otro medio punto porcentual, hasta el 3,5%, máximos desde octubre de 2008, justo después de que quebrara Lehman Brothers. "Los mercados financieros pueden evolucionar desordenadamente durante el proceso de ajuste de los tipos de interés", advierte Andrea Enria, jefe de supervisión del BCE, en la memoria de actividad supervisora durante 2022.

"Las turbulencias en los mercados se mantendrán hasta que se asimile el cambio brusco de pasar de tipos negativos a superar el 3%", avisaba un alto ejecutivo bancario la semana pasada tras el episodio de desconfianza de los inversores en la banca de Europa por la crisis del Silicon Valley Bank.

Las declaraciones de Enria, según precisó el banco central, se produjeron antes de las crisis del SVB y Credit Suisse, que extendieron la incertidumbre sobre la salud de los bancos a ambos lados del Atlántico. Y, por ende, también antes de que el BCE apretara más sobre el precio del dinero anteponiendo la lucha contra la inflación frente a la amenaza de una crisis financiera.

Consecuencia del dinero barato

La era del dinero barato, que se prolongó durante ocho años, favoreció un aumento "sin precedentes" en los niveles de deuda, expone Enria, que anticipaba que "algunas entidades menos o no reguladas" fuertemente endeudadas se pueden "desmoronar rápidamente" ante un cambio de perspectivas económicas o en un contexto de tipos "inesperado". "El fracaso de Archegos en 2021 y las inversiones basadas en pasivos disturbios en el Reino Unido en 2022 muestran cómo, en ausencia de políticas intervenciones, estos episodios pueden extenderse fácilmente al sector bancario", explica Enria.

La inestabilidad financiera parece que se contuvo ayer, al menos, de momento. Tras registrar la peor semana desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el Ibex cerró la sesión de este lunes con un repunte del 2,45% y recuperó la cota psicológica de los 9.000 puntos. Fue la mayor subida desde octubre de 2022.

Las garantías de las autoridades europeas sobre el orden de cobro en caso de quiebras insufló ánimo en los inversores. Frente al modelo de Suiza para impulsar la compra de Credit Suisse por parte de UBS, en el que se anteponen las pérdidas a los bonistas en lugar de a los accionistas, desde el Mecanismo Único de Resolución se prometió a los inversores que no cambiará la lista de prelación. Un bálsamo para las Bolsas.

Amenazas para la banca del repentino aumento de tipos

En su memoria de la actividad supervisora, el BCE examina las amenazas para la banca de la subida de tipos. El cambio de rumbo en la política monetaria, con un ritmo histórico en el aumento del precio del dinero, fue en un primer momento una buena noticia para los bancos, que pueden mejorar los márgenes fácilmente al cobrar más por el crédito que lo que pagan por los depósitos. Esto provocará una mejora de la rentabilidad de las entidades financieras.

Pero si se dan condiciones adversas, como advierte el BCE, los costes en provisiones y morosidad se pueden convertir en una losa por el deterioro en la cartera de activos, sobre todo de los préstamos ligados al sector inmobiliario y al consumo. "Particularmente si el crecimiento económico se desacelera", indica Enria. De todas formas, el banco central revisó la semana pasada al alza sus previsiones de cara a este año, con una mejora de medio punto sobre el PIB, hasta el 1%.

En el caso particular de la banca española, hay que añadir el coste por el impuesto extra de Pedro Sánchez por estos beneficios "extraordinarios", que las entidades en su mayoría han recurrido ante la Justicia. Pero las amenazas de crisis financiera y el cambio de perspectivas sobre el techo en el precio del dinero pueden dar munición a los bancos para pedir que se elimine en 2024, cuando los márgenes se estrecharán por la menor demanda de crédito y al comparar con un buen año como 2023, según señala un director financiero de una de las grandes entidades del Ibex.

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