La fusión de Bankia y BMN gana cada vez más peso. Esta operación, que desde el sector financiero se da por hecha desde hace meses, ya cuenta con el respaldo público del ministro de Economía, Luis de Guindos.
El responsable económico del Gobierno ha señalado hoy en el Congreso que la fusión de las dos nacionalizadas “tiene sentido industrial” y un elemento adicional “de interés porque permitiría al Frob [Fondo de Reestructuración] capturar dos tercios de las sinergias de dicha operación”.
Aun así, el fondo público encargado de gestionar las ayudas a las cajas sigue teniendo sobre su mesa las dos opciones: la fusión de Bankia y BMN; y la venta de esta última a otro banco español, para lo que ha contratado a Société Générale, tal y como adelantó este medio.
Las palabras del ministro suponen un cambio de discurso frente a sus últimas declaraciones sobre BMN, que hizo a comienzos de diciembre en Bruselas. Entonces dijo que la prioridad era vender la entidad presidida por Carlos Egea a un banco privado, y que sólo si las ofertas eran malas se consideraría la alternativa de fusionarla con Bankia.
Imposición doble
El ofrecimiento de BMN a otras entidades es una imposición que tiene el Gobierno por dos vías: Europa, que por leyes de competencia exige que entidades con ayudas se pongan a disposición del sector privado; y los bancos, que en reiteradas ocasiones han criticado que BMN se entregue a uno de sus principales competidores, Bankia. Así lo han hecho BBVA y Bankinter, entre otros.
Aun así, en el mercado se da por hecho que el interés que tienen los grandes bancos por BMN, como Santander, BBVA y CaixaBank, es limitado. O al menos no están dispuestos a quedarse esta entidad por un elevado precio y sin nuevas garantías por parte del Gobierno. Bankia tiene ventaja en este sentido, ya que la operación se articularía como una fusión entre dos grupos en los que el Frob tiene un 65%.
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El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, recordó ayer que el banco está a la expectativa de lo que ocurre con BMN antes de analizar en profundidad el precio que pondría sobre la mesa. Su nuevo plan estratégico y posibles privatizaciones están también pendientes de esta operación.
Junto a Bankia y BMN, Guindos se ha referido a la nueva regulación que prepara para las cooperativas de crédito, que se centrará en reforzar su solvencia y mejorar el gobierno corporativo. Los consejeros de las cajas rurales tendrán los mismos requisitos que los de las entidades supervisadas por Europa.
