La pelota está en estos momentos solo en el tejado de Mariano Rajoy y el Gobierno está pendiente de su decisión. Es una terna en la que Luis de Guindos ha tenido en cuenta todas las sensibilidades en juego. Linde es su candidato, Becker es el que preferiría Rajoy y Sáenz de Vicuña es el perfil que más encaja en las preferencias del Banco Central Europeo.
Rajoy ha dispuesto de casi seis meses para señalar al nuevo gobernador del supervisor, pero su costumbre de retrasar decisiones importantes hasta el último minuto ha vuelto a prevalecer en el caso del Banco de España.
El ministro Luis de Guindos comparecerá mañana jueves en el Congreso para desvelar oficialmente quien será el gobernador. Es evidente que si Rajoy se decanta por Linde se vería aumentada la influencia del ministro de Economía dentro del Gabinete rompiendo los actuales equilibrios internos. Hay quien piensa dentro del PP que Becker no está preparado en estos momentos para afrontar el desafío que representa la necesidad de tener hilo directo con los altos funcionarios europeos que pueden posibilitar la inyección directa de dinero a la banca española.
El PSOE también ha movido ficha en las últimas horas. Además de pactar con Guindos el regreso de Vicente Sala al Consejo del supervisor, ha puesto sobre la mesa también el nombre de Soledad Núñez, ex directora general del Tesoro en la etapa de Zapatero, como candidata a subgobernadora. Para no atarse las manos, el PSOE ha convencido a Guindos de que el subgobernador pueda salir elegido sin haber estado previamente sentado en los órganos de gobierno del Banco de España. Núñez estuvo sentada en ellos en su calidad de ex directora general del Tesoro.
Los defensores de Salas recuerdan que guarda en su cabeza las principales claves de la reforma financiera, teniendo en cuenta que estuvo hasta hace quince días en el Consejo del Banco de España, desde donde colaboró con los socialistas más que MAFO. Las simpatías internas hacia Soledad Núñez y hacia el ex secretario de Estado de Economía José Manuel Campa están muy repartidas en el equipo que ahora rodea a Alfredo Pérez Rubalcaba, donde cada uno tiene sus fans.
