Ana Botín sale de la crisis con sueldo récord. La presidenta del Banco Santander percibió 12,2 millones de euros en 2021, un 51,89% más que en 2020, cuando se redujo el sueldo, y un 23% más si se compara con el último año sin pandemia, según se desprende del informe de remuneración de la entidad remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El consejero delegado del banco, José Antonio Álvarez, también ha visto crecer su salario, significativamente. El número dos del banco cántabro percibió un total de 9,7 millones de euros, un 41% más que el año anterior.
Cabe recordar que el Santander perdió 8.000 millones de euros en 2020 y el consejo decidió ajustar las métricas para abonar el bonus al 67,3% y destinar el resto a un fondo creado para apoyar iniciativas de lucha contra la pandemia. Con el mismo objetivo, tanto Botín como Álvarez renunciaron voluntariamente al 50% de su retribución total.
La retribución de Ana Botín incluye un salario fijo en metálico que se mantuvo en 3,17 millones de euros y una retribución variable de la que 3,67 millones de euros se abonan este año (el 40%) y 2,2 millones (dos quintos del 60%) se difieren y se pagan en los dos próximos años. Asimismo, la presidenta recibió una aportación a planes de pensiones de 1,04 millones de euros, 330.000 euros por su pertenencia al consejo y 1 millón en concepto de otras retribuciones (seguros, prestaciones complementarias, etc).
Botín se sube el sueldo acorde a los resultados
El Banco Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 8.124 millones de euros en 2021, con lo que superó en un 25% los resultados de 2019, antes de la pandemia, y dejó atrás las pérdidas registradas en 2020 por el aumento de dotaciones para afrontar la crisis del coronavirus y el deterioro en el valor de varias filiales.
El banco explica que su beneficio recurrente (ordinario) fue de 8.654 millones, un 78% más que en 2020, excluido el cargo neto de 530 millones por costes de reestructuración del primer trimestre de 2021.
La entidad atribuye estos resultados al «repunte de la actividad», con un crecimiento del 4% de los préstamos y del 6% de los depósitos, que permitió un «sólido» aumento de los ingresos por comisiones, así como a la mejora de la calidad del crédito, que redujo un 37% el nivel de dotaciones para insolvencias y bajó cinco puntos el ratio de morosidad, hasta el 3,16% .
En total, los préstamos y anticipos a la clientela sumaron 972.682 millones, en tanto que los depósitos se situaron en 918.344 millones, con lo que los recursos totales -incluidos fondos de inversión, fondos de pensiones y patrimonios administrados- se elevaron a 1,153 billones. En cuanto a la rentabilidad, el retorno sobre el capital tangible (RoTE) se situó en el 12,7%, por encima del coste de capital, en tanto que la ratio de capital de máxima calidad, el CET1 fully loaded se situó en el 12,12%.