El dinero tiene los pies rápidos. El ministro de Hacienda afirmó este martes que sólo 7.000 contribuyentes declaran más de 600.000 euros, la misma cifra que el año anterior y alrededor de un 25 por ciento menos que en 2009.
Por mucho que le pese, Cristóbal Montoro está obligado a darle la razón a Elena Salgado, la titular de Hacienda con Zapatero, quien razonaba que no se podía gravar a los ricos porque éstos escapan y no declaran.
Y precisamente eso ha empujado a Montoro a cargar el ajuste sobre la clase media asalariada. El ministro destacó que el 80 por ciento de la subida del IRPF lo había soportado el 20 por ciento con rentas más altas. Sólo que ese 20 por ciento empieza en las bases liquidables de sueldos de 30.000 euros al año. ¿Es ésa la clase alta de este país?
Distribución de las rentas
Un 34 por ciento, unas 6,5 millones de personas, declaran menos de 10.000 euros al año; el 66 por ciento, unos 12,3 millones, menos de 20.000 euros al año; y el 83 por ciento, unos 16 millones, menos de 30.000 euros.
Las rentas altas según Montoro son las siguientes bases liquidables y, por tanto, sustraidas de exenciones: entre 30.000 y 40.000 euros al año, unos 1,6 millones de contribuyentes; entre 40.000 y 50.000 euros, unos 700.000 contribuyentes; entre 50.000 y 80.000 euros, unos 698.000; entre 80.000 y 100.000 euros, unos 142.000; entre 100.000 y 200.000 euros, unos 147.000; entre 200.000 y 300.000 euros, unos 24.000; entre 300.000 y 600.000 euros, unos 16.000; y, finalmente, por encima de 600.000 euros, unos 7.000 contribuyentes.
Montoro cuadra los ingresos
Montoro ha logrado cuadrar la recaudación. Los ingresos tributarios alcanzaron los 168.500 millones en 2012, un 4,2 por ciento más que el año anterior, gracias a los 11.237 millones obtenidos por las subidas impositivas y a un diciembre con una recaudación espectacular.
En el último mes de 2012, se duplicaron los recursos conseguidos tanto por IVA como por Sociedades respecto a diciembre de 2011, una diferencia muy abultada que en parte se debe a las alzas tributarias, pero que también puede sugerir que quizá se hayan retrasado devoluciones.
El alza del IRPF de principios de año ha cosechado 3.931 millones más para las arcas, lo que situó el total por este concepto en los 70.961 millones, un 1,2 por ciento por encima de 2011.
Y el aumento del IVA en septiembre ha captado 2.441 millones adicionales, lo que deja el global en unos 50.464 millones, un 2,4 por ciento más que en 2011. Unas cifras que muy probablemente hayan influido sobre la fuerte caída del 6,8 por ciento en las ventas del comercio durante 2012.
A por las grandes empresas
No obstante, el grueso del ajuste fiscal descansa en el mordisco que Hacienda le ha metido a las grandes empresas por valor de 5.925 millones más. La recaudación de Sociedades engrosó los 21.435 millones, un 29 por ciento superior a lo recabado en el ejercicio anterior.
Montoro defiende que los ingresos por Sociedades se habían derrumbado desde 2008 y que se está reconduciendo semejante desplome estructural. Sin embargo, estos buenos resultados esconden un truco: aunque una parte corresponde a subidas de impuestos debido a medidas que atajaron las bases negativas, la libre amortización, los gastos financieros o el fondo de comercio, otra parte se debe a que se obligó a las empresas a abonar más en los pagos fraccionados, es decir, se anticiparon fondos que el año que viene habrá que devolver y, por lo tanto, se trasladó déficit al próximo ejercicio.
Un 2013 complicado
Montoro insistió este martes en que se había logrado una reducción jamás vista del déficit estructural y que el esfuerzo no sería tan intenso el año que viene.
Sin embargo, tamaña argumentación no se antoja tan obvia, pues el déficit público se situará aún cerca de los 70.000 millones y hay varios elementos que seguirán presionado al alza sobre el gasto.
Por un lado, las pensiones, que este enero ya se encarecieron un 4,8 por ciento. Por otro, la recesión proseguirá, haciendo mella en el desempleo y la recaudación.
Además, los pagos de intereses continuarán siendo elevados por el tamaño que ha adquirido la deuda. Algunos de los ajustes no han sido permanentes, como la supresión de la paga extra de los funcionarios o la amnistía fiscal. Y, para colmo, Hacienda cerró el ejercicio en noviembre, traspasando pagos y, por consiguiente, déficit hasta el año que viene.
A su favor, Montoro esgrime que ha aflorado 40.000 millones de la amnistía que a partir de ahora tributarán; que el incremento del IVA se recaudará todo el año; que la actividad repuntará en el segundo semestre; que muchos recortes ahora tendrán efecto durante todo el 2013; y que, en cualquier caso, Bruselas podría no exigirle más sacrificios.