El Corte Inglés está extremando las medidas para evitar los contagios por coronavirus en sus centros. Desde esta semana, según ha podido confirmar Vozpópuli, la compañía está midiendo la temperatura de sus empleados antes de entrar a trabajar, con el objetivo de detectar posibles casos y evitar su acceso a las tiendas.
En este sentido, el objetivo de la compañía es activar este protocolo en la puerta de personal de todos sus centros, algo que está haciendo de forma progresiva, para detectar indicios de coronavirus en sus trabajadores, en este caso tomándoles la temperatura con un termómetro que la toma a distancia.
Solicitar la baja
Según el protocolo interno, si la temperatura es igual o superior a 37,8 grados se impide la entrada al trabajador al centro de trabajo y se le facilita un permiso de salida con un informe para solicitar la baja a al Seguridad Social.
Con 280 empleados que son personal sanitario en el grupo, serán ellos quienes activen el protocolo acordado y diseñen "los planes de contingencia que fueran necesarios".
Así, es el primer operador de distribución, que en estos días solo vende alimentación, que implanta este tipo de medida. Una medida que ha decidido tomar en la cuarta semana del estado de alarma y que llega tras implantar otras como los guantes, geles y mascarillas para los trabajadores y las mamparas en las líneas de caja.
Empleados de otras empresas
La nueva norma puesta en marcha por El Corte Inglés se aplica de forma indiferente tanto a sus empleados habituales de alimentación (Hipercor, Supercor) como a los que estos días están acudiendo a trabajar en este área como refuerzo, llegados incluso de otras empresas del grupo como Viajes El Corte Inglés o El Corte Inglés Seguros.
Cambios internos "voluntarios" que permiten a la compañía coger aire y evitar contratar a externos y que se suman al crédito de 1.311 millones que la compañía de grandes almacenes ha firmado para hacer frente a los efectos del virus.