El 21 de julio de este año, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo elevó el precio oficial del dinero para los diecinueve países que comparten la moneda única del 0% (vigente desde marzo de 2016) al 0,5%. Era la primera subida que la institución monetaria que dirige Christine Lagarde llevaba a cabo desde el mes de julio de 2011, cuando el entonces presidente, Jean-Claude Trichet, subió los tipos de interés del 1,25% al 1,50%.
No han tardado mucho los mercados en sentir los efectos de un incremento del precio del dinero que no se daba desde hace once años. Según los últimos datos del Banco de España correspondientes al mes de agosto, la concesión de créditos hipotecarios a las familias se ha reducido en un 36% en relación con el mes anterior; un 15,64% la de créditos al consumo y casi un 39%, la de créditos destinados a otros fines. En el caso de las empresas, la caída ha sido del 14,38%.
La comparación no puede hacerse en términos interanuales, porque en el verano del pasado año no existía la más mínima sospecha acerca de que el Banco Central Europeo pudiera modificar su acomodaticia política monetaria que había seguido desde que los tipos llegaran al 0%.
Durante el mes de agosto, el primer mes completo desde la decisión del BCE, las entidades financieras españolas concedieron 4.175 millones de euros en créditos a los hogares para la compra de una vivienda, cuando un mes antes habían otorgado créditos por valor de 6.527 millones. Se trata de una disminución del 36%. La cifra de agosto ha sido la más baja de los ocho primeros meses del año.
Los meses de agosto y enero suelen ser los menos favorables para el mercado hipotecario, como puede observarse en las estadísticas del banco central. El problema añadido es que el pasado agosto ha medido también la primera temperatura de un mercado que está llamado a tensionarse en los próximos meses.
El mayor desplome se ha registrado en los préstamos hipotecarios a un plazo de amortización superior a los diez años, que suponen las dos terceras partes del total. En agosto pasado se concedieron 2.135 millones de euros, frente a los 4.313 millones del mismo mes del año anterior. Es un descenso del 50,5%. Entre los meses de junio y julio de este mismo año la variación fue de apenas un millón de euros.
Créditos al consumo
El problema de la recesión crediticia de agosto no se ha circunscrito a los préstanos hipotecarios. En el crédito al consumo, la subida de los tipos de interés ha tenido también un efecto muy negativo, aunque algo más moderado. Si en julio se llegaron a conceder créditos por un volumen de 2.469 millones de euros, en agosto la cifra se ha quedado en 2.135 millones, un 15,64% menos. En este caso es la segunda cifra más baja en lo que va transcurrido de año.
El incremento del precio oficial del dinero en 50 puntos básicos tuvo su traslación inmediata al coste de los préstamos y créditos a las familias y empresas. Si en diciembre de 2021 el tipo medio TAE de un préstamo hipotecario estaba en el 1,5%, según los datos del Banco de España, en julio se situó en el 1,91% y en agosto subió al 2,16%, lo que supone un aumento del 13,1% en un solo mes y del 44% desde final de 2021.
En el caso de los créditos al consumo, los que utilizan las familias para la compra de bienes de consumo duraderos, como automóviles, motocicletas, electrodomésticos o televisores de alta gama, los tipos de interés han subido en menor medida. En julio se situaban de media en el 7,94% y en agosto subieron al 8,26%, una subida del 4%.
Los denominados créditos para “otros fines” en la jerga bancaria, que suelen satisfacer de una forma más inmediata los caprichos que las necesidades y cuyo montante es ligeramente inferior a los anteriores, la caída ha sido dramática: un 38,9%, al pasar de 1.635 millones de euros en julio a los 999 millones de agosto. Es con diferencia la cifra más baja de todo lo que va transcurrido de año. Aquí los tipos de interés sí han sentido la subida del precio del dinero: en un solo mes han aumentado un 17,7%, desde el 3,79% TAE al 4,46%. Desde finales de 2021, el incremento de los intereses en este apartado ha sido del 59,3%.
La repercusión de los nuevos precios oficiales del dinero se ha dejado sentir también en la actividad crediticia destinada a las sociedades no financieras. En el mes de agosto se concedieron 24.272 millones de euros a las empresas en lugar de los 36.189 millones del mes de julio: es un descenso del 32,9%. En los créditos de más de un millón de euros la caída puede ser calificada de desplome: un 70%, al pasar de 20.169 millones en el mes de julio a solo 11.871 millones.
