El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado el acuerdo alcanzado hace un año entre la UE y China para la protección mutua de productos con denominaciones de origen contra imitaciones, que incluye una docena de productos españoles.
Así, quedarán protegidos ante posibles copias en China el cava, el vino de Rioja, los vinos Valdepeñas, el Queso Manchego y los aceites Priego de Córdoba y Sierra Mágina. También lo estarán los vinos de La Mancha, el brandy de Jerez, el Jerez, los vinos de Navarra, los vinos de Valencia y los vinos de Cataluña.
En conjunto, un centenar de indicaciones geográficas europeas quedarán protegidas en China y otro centenar de productos chinos que gozan de la misma calificación por parte del país asiático contarán con el mismo nivel de protección en el bloque comunitario.
La Eurocámara ha dado su visto bueno al acuerdo con 645 votos a favor, 22 en contra y 18 abstenciones. Además, han respaldado que el pacto se extienda a otros 175 productos europeos y chinos en los próximos cuatro años.
Competencia desleal
Bruselas y Pekín comenzaron en 2006 la negociación para proteger mutuamente productos con denominaciones de origen y llegaron a un acuerdo en noviembre de 2019, que fue firmado en septiembre de este año. Entrará en vigor a principios de 2021 una vez sea adoptado formalmente por el Consejo de la UE (los Estados miembros).
Los eurodiputados han celebrado en una resolución el acuerdo, que consideran un "importante ejercicio de confianza" de cara a las negociaciones entre ambas partes para sellar un acuerdo bilateral de inversiones.
No obstante, también han expresado su preocupación por las prácticas llevadas a cabo por empresas públicas chinas que distorsionan la competencia, las transferencias de tecnologías obligatorias y otras prácticas comerciales desleales.
China fue en 2019 el tercer destino de las exportaciones de productos europeos con indicaciones geográficas, incluyendo vinos, bebidas alcohólicas y productos agroalimentarios. Sin embargo, el 80% de las incautaciones de productos europeos falsificados en 2018 y 2019 provenían de China y causaron unas pérdidas de 60.000 millones de euros a empresas europeas.