Aunque el último informe del Ministerio de Economía sobre Evolución Reciente de los Indicadores Económicos es de mayo, y el Informe de Coyuntura Económica trimestral de junio sólo menciona los resultados del primer trimestre del año, el resumen de indicadores y las tablas de Síntesis de Indicadores, que se van actualizando, permiten observar que ha seguido en julio el deterioro también microeconómico anticipado por la EPA y el PIB de junio.
Por ejemplo, el Indicador del Sentimiento Económico de julio, elaborado por la Comisión Europea, se hace eco del enfriamiento económico en la UE y sitúa el de España en el 105,5. Es decir, todavía aguanta la economía frente a, por ejemplo el de Alemania (100,2) por el deterioro de la confianza de los agentes en la industria, pero hace un año el indicador español estaba en el 107,5. Todos los Indicadores de Confianza sectorial se despeñan. Así, el Indicador de Confianza Industrial cae en este mes un 3% en saldo neto, y es dos puntos peor que hace un año. El Indicador del Consumidor registra un -4,9% frente al -1,4% de hace 12 meses; el de la Construcción se sitúa en el -3,5% cuando en el mes anterior subía un 6,9%; el del Comercio Minorista crece aún un 3%, pero en el mismo mes de 2018 subía a un ritmo del 11%; y el Indicador de Confianza de los Servicios, en pleno mes de actividad turística, crece a un ritmo del 13% pero en julio de 2018 era del 23,3%.
El detalle por componentes de los indicadores de confianza no deja duda alguna sobre el deterioro. Las expectativas de producción de la industria se mantiene en el 4,7%, pero su cartera de pedidos es negativa (-7,6%) frente al alza del 2,7% de hace un año; en la construcción, la cartera de pedidos se sitúa en el -8,8% mientras que las expectativas de empleo se reduce a sólo el 1,9%; los hogares, como consumidores, reducen al -5,8% su confianza mientras que la tendencia se modera a un alza del 3,6% frente al 5,3% en julio de 2018, y la de las grandes empresas se despeña a nada menos que el -15%. En cuanto al comercio minorista, la situación de negocio llega en julio al -2,8% frente a la subida del 8,5% de hace 12 meses. La situación de negocio en los servicios se sitúa en el 9,3%, la mitad de hace un año. Además, la evolución de la demanda presente del sector servicios, el más importante ya que representa el 70% del PIB, es del 10,1% frente al 18,4% en 2018 mientras que la demanda prevista crece un 22,1%, pero en julio del año pasado subía un 32,8%. En cuanto al Indicador de Confianza Empresarial, aunque todavía es importante, alcanzó el nivel 135, es medio punto inferior al de 2018.
Las alertas parecen haber saltado en todos los indicadores adelantados. En cuanto al sector servicios, los últimos datos advierten de una tasa del -0,1% frente al alza del 2% en 2018
Además, el Indicador Compuesto Avanzado PMI (Purchasing Managers Index) desciende hasta el 51,7 en el primer mes del actual trimestre frente al 52,7 de hace un año. El PMI es un indicador adelantado importante del PIB ya que refleja la situación económica basándose en datos reales recabados por encuestas mensuales en las empresas más representativas de más de 40 países. Es privado, es decir, ajeno a las estadísticas oficiales. Lo elabora la compañía estadounidense Markit Economics a través de gestores de compras y ejecutivos de los sectores manufactureros y de servicios. Por encima del nivel 50 significa que hay expansión. En todo caso, el PMI español de julio, ese 71,7%, es el más bajo desde 2013. Por debajo del 50, significa que hay contracción económica y. si baja del 42. es que hay recesión. Por sectores, el PMI de la industria manufacturera se situó en julio en el 48,2 frente al 52,9 de julio de 2018. Es decir, ya se advierte la contracción económica en este sector. Por su parte, en el sector servicios el PMI se situó en el 52,9, el nivel más bajo en el último año.
Saltan las alertas en todos los indicadores
Las alertas parecen haber saltado en todos los indicadores adelantados. El Indicador Sintético de Actividad (ISA) se situó en tasa anual en el 2,3% frente al 2,6% de hace un año. El ISA mide entre otros parámetros las ventas totales de las grandes empresas, así como los afiliados no agrícolas y los índices de producción industrial, del comercio minorista y las cifras de negocio del sector servicios. Por su parte, el Indicador Sintético de la Industria (ISI) crece a un ritmo del 1,6% frente al 2,9% de hace 12 meses. Mientras, el Indicador de la construcción (ISCOF) sube un 2% frente al 4,9% del mismo periodo en 2018. Y el de los servicios (ISS) aumenta en un 2,8%, pero lo hace en tres décimas menos que en el ejercicio anterior. No hay duda, el panorama económico empieza a nublarse ya que avanza el deterioro de las cifras de la actividad nacional.
En la letra pequeña de estos indicadores se observa que, por ejemplo, el consumo aparente del cemento, que permite ver el nivel de actividad en la construcción, crece un 1,2% cuando hace un año subía un 14,8% mientras que la producción crece un 2,1% frente al 16,6% del año pasado. Por su parte, las ventas domésticas de este productos (obras en general) registran tasas negativas del -3,5% frente al 10,1% de alza de hace un año. Mientras, las exportaciones de este producto caen un -53,4% cuando hace un año subían un 5,7% y las importaciones sólo crecen un 4,5% frente al 45,4% de alza de hace 12 meses. Por su parte, los visados de obra nueva decrecen un -2.1% frente al alza del 18,8% en 2018. Y las compraventas de vivienda se han estrellado en junio registrando el peor dato desde 2009 con una tasa negativa del -9% frente al alza del 2,4% de hace un ejercicio.
Servicios, turismo e industria
En cuanto a las cifras de negocio del sector servicios, los últimos datos advierten de una tasa del -0,1% frente al alza del 2% en 2018. La hostelería crece cinco décimas menos y, por ejemplo, la información y las comunicaciones bajan 1,6 puntos y las actividades administrativas pierden 3,8 puntos. El Índice de comercio al por menor sin gasolineras registra la tasa es negativa del -0,1% cuando en 2018 crecía un 1%.
El goteo de los descensos se ve también en el turismo. La llegada de turistas del exterior aguantaba hasta mayo, a la espera de los resultados de estos meses y de los efectos por ejemplo de la devaluación de la lira turca al crecer este destino, pero es el nacional el que baja. Las pernoctaciones de los turistas nacionales pierden casi tres puntos respecto al año anterior. Además, desciende el gasto general de los turistas en casi un punto.
Las ventas de las grandes empresas también se están viendo afectadas. La tasa mensual es negativa del -0,2% frente al 0,9% de alza en este mismo mes de 2018
La caída de la industria es más que evidente como señalan los datos de contabilidad nacional. Los indicadores de consumo de energía de julio registran una tasa del -3,4% frente al alza del 6,6% de hace un año. La tasa negativa del consumo energético llega hasta el -8,1% en la industria y del -1,9% en los servicios. Además, en este mes se matricularon 15.000 vehículos menos que hace un año. En tasa anual la caída es del -7,1% cuando hace un año crecía a un ritmo del 7,4%. En cuanto a la venta de los vehículos de carga, que permite conocer si aumenta o no la actividad económica, la media mensual crece un 2,2% frente al 5,8% de hace un año.
Las ventas de las grandes empresas también se están viendo afectadas. La tasa mensual es negativa del -0,2% frente al 0,9% de alza en este mismo mes de 2018 mientras que en tasa anual sube 1,5 puntos frente al 4,2% de hace un año. Además, según la Central de Balances del Banco de España, las empresas no financieras españolas registraron en el primer trimestre del año (últimos datos disponibles) un resultado ordinario neto del 7,2% frente al 12,7% en 2018. Y las cifras de negocio empresarial se situaron en el -0,1% en mayo; alcanzaron el -0,4% en la industria y en los servicios se quedaron planas en el 0%. Además, el número de sociedades mercantiles creadas en junio cayó un -8,5% en tasa anual mientras que el capital social suscrito registró un -28,1%. Es decir, hay menos empresas y con menor capitalización. Otro dato interesante es que la disponibilidad de bienes de equipo de las empresas sube un 2,7% en julio, pero hace un año crecía al 7%. Es decir, se está reduciendo a marchas forzadas la inversión para mejorar la producción y aumentar la actividad. Pero, España sigue sin Gobierno y sin oposición.