Las acciones de Abengoa se han disparado este jueves un 16,84 % a la espera de que se anuncie el acuerdo definitivo de reestructuración que parece inminente, han indicado a Efe fuentes cercanas a las negociaciones. Este acuerdo, que podría anunciarse esta misma semana, llegaría así con algunos días de retraso, ya que el plan inicial era culminarlo a finales de julio para abrir el periodo de adhesiones.
La compañía avanza de esta manera en un proceso que se ha dilatado durante meses y que tiene que terminar antes de finales de octubre, el plazo máximo concedido por la Justicia española para salir del preconcurso de acreedores iniciado en noviembre pasado. Abengoa ya alcanzó un principio de acuerdo con sus principales acreedores a finales de junio, que redefinía el esbozado en marzo y que fue precisamente el que sirvió de base a la justicia para ampliar en siete meses el plazo para presentar la documentación y adhesiones.
El principio de acuerdo de junio prevé una inyección de 1.200 millones de euros, para aliviar las necesidades de liquidez de la compañía, de los que 500 millones de euros serán dinero nuevo y el resto, refinanciación de deuda. La nueva compañía, más pequeña y centrada en el negocio de ingeniería y construcción, estará principalmente en manos de los fondos, que se quedarán con un 55 % del capital, mientras que los bancos acreedores pasarán a controlar el 35 %.
Los actuales principales accionistas, la sociedad Inversión Corporativa -que agrupa las participaciones de los fundadores, entre ellos la familia Benjumea- reducirán inicialmente su participación al 5%
Los actuales principales accionistas, la sociedad Inversión Corporativa -que agrupa las participaciones de los fundadores, entre ellos la familia Benjumea- reducirán inicialmente su participación al 5 %, aunque podría incrementarse al 10 % bajo ciertos supuestos. Una vez que se firme el acuerdo, Abengoa abrirá el periodo de adhesiones para que los acreedores den su visto bueno al plan de reestructuración, con el objetivo de lograr atraer a los dueños de al menos el 75 % de la deuda, el mínimo que marca la ley española para salir del preconcurso.
Una vez cerrado el plan, la multinacional española tendrá que presentar a la justicia española la documentación de las adhesiones para su homologación y convocar una junta extraordinaria de accionistas que apruebe la articulación de la reestructuración. La puesta en marcha del plan permitirá también aliviar los problemas de liquidez del grupo, que le han obligado a retrasar indefinidamente el abono de la paga extra de julio y a postergar el ingreso de la nómina al 40 % de los trabajadores, una orden que finalmente se ha efectuado con una semana de retraso.