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Los números rojos se llevan por delante 1.200 millones en dividendos de las constructoras

El castigo de la crisis a la construcción ha tenido uno de sus reflejos más notables en la retribución al accionista de los grandes grupos del sector. Desde que comenzaron las turbulencias financieras, estas compañías han dejado de repartir algo más de 1.200 millones en dividendos y muchos de ellas han tenido que suspender la retribución, lo que ha generado problemas a sus propios dueños y a sus principales accionistas. Acciona ha sido la última en suprimirlo.

  • El volumen de dividendos de las constructoras ha disminuido un 52% durante la crisis

Las grandes constructoras repartieron más de 2.200 millones de euros en concepto de dividendo en 2008, cuando comenzaban a aparecer los primeros síntomas de la crisis. La cifra correspondiente a 2013 apenas supera los 1.040 millones de euros, lo que supone un recorte del 52,8%. Por el camino, hasta cuatro de estos grupos ha llegado en algún momento a suspender esta retribución, lo que ha generado no pocos problemas financieros a los principales accionistas y altas tensiones entre los socios.

Acciona ha sido el último ejemplo. Este jueves, el consejo de administración de la compañía liderada por la familia Entrecanales decidía suspender temporalmente el dividendo debido a las incertidumbres generadas por la nueva normativa energética aprobada en España, toda vez que una parte mayoritaria de sus resultados se basan en sus negocios en este sector.

Pero el caso de Acciona tiene precedentes muy próximos. Actualmente, FCC y Sacyr tampoco cuentan con dividendo pagado en metálico (en el caso de la segunda, la fórmula elegida ha sido la de ampliaciones liberadas). El grupo controlado por Esther Koplowitz decidió a finales del pasado ejercicio suprimir el dividendo a cuenta de los resultados, toda vez que cerró 2012 con pérdidas superiores a los 1.000 millones de euros.

Además, el dividendo no volverá a la compañía que preside Esther Alcocer Koplowitz hasta que no vuelva por la senda de la rentabilidad, según anunció su consejero delegado, Juan Béjar. El plan estratégico del grupo constructor y de servicios marca el año 2015 como el de la vuelta de los resultados positivos.

Tensiones en ACS

La ausencia de la retribución al accionista de FCC ha obligado a Esther Koplowitz a entablar negociaciones con la banca acreedora de sus sociedades patrimoniales, toda vez que con los ingresos por dividendo (en torno a 80 millones de euros anuales) atendía el servicio de la deuda. La más que previsible ausencia de esta retribución en los próximos ejercicios llevará a Koplowitz y los socios que le acompañan en sus patrimoniales a vender acciones de FCC con el fin de obtener la liquidez necesaria para cumplir con la banca.

Anteriormente, fue ACS la que optó por suprimir el dividendo a cuenta debido a las fuertes pérdidas (superiores a los 1.920 millones de euros) que registró en 2012. La obligada decisión provocó grandes tensiones entre los principales accionistas de la compañía que preside Florentino Pérez.

Al contrario que en el caso de Koplowitz, la ausencia de dividendo a cuenta de los resultados tuvo consecuencias palpables. Alberto Alcocer y Alberto Cortina, los Albertos, sufrieron ejecuciones financieras por parte de algunos de sus acreedores, en concreto las cajas de ahorros intervenidas por el Estado.

Además, los financieros vendieron por su cuenta otro paquete de ACS para afrontar el servicio de la deuda con lo que su porcentaje en el capital de la compañía pasó de estar por encima del 14% a situarse por debajo del 10%, donde se encuentra actualmente.

Ferrovial y OHL, excepciones

La situación tensó las relaciones de los Albertos con Florentino Pérez, que también tuvo enfrente a los March, principales accionistas de ACS y favorables a que tampoco se pagara un dividendo complementario, escenario que hubiera complicado mucho la situación de Alcocer y Cortina e incluso la del mismísimo Florentino.

Finalmente, éste se salió con la suya y se pagó el citado dividendo, aunque en paralelo los March hayan iniciado lo que parece una progresiva retirada de la compañía.

Las consecuencias en Acciona están aún por ver aunque los precedentes muestran que no es sencilla la adaptación al nuevo escenario. Por el momento, Ferrovial y OHL han logrado mantener el dividendo y, en el caso de esta última, incrementarlo progresivamente pese al agravamiento de la crisis a medida que transcurrían los ejercicios. 

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