El expresidente José María Aznar intercedió para que su amigo Miguel Blesa, que presidía entonces Caja Madrid, adquiriera la colección de arte del pintor y escultor Gerardo Rueda por 54 millones de euros. En un correo electrónico fechado el 18 de septiembre de 2008, al que ha tenido acceso el diario ‘El País’, el expresidente explica que José Luis Rueda, heredero del artista, ofrecía a la entidad financiera una parte de su colección de arte y otra parte en préstamo.
El entonces director de la Fundación Caja Madrid, y hoy jefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno, desaconsejó cerrar la operación, ya que la valoración tenía “un precio disparatado” y era “inabordable”. Pese a las advertencias, y a los signos de grave debilidad que mostraba la caja madrileña, Blesa se afanó por hacer la operación a través de la Fundación Caja Madrid.
Durante el periodo de negociación, que se prolongó varios meses, el precio de la colección se redujo de los 54 millones iniciales que pedía el heredero por un paquete de más de 200 obras (solo 20 de ellas de Gerardo Rueda y el resto de su colección privada de otros autores) a seis millones de euros (por 24 obras del artista).
Aznar también medió con el entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para que cediera un inmueble municipal como sede de un museo permanente de arte contemporáneo. Gallardón ofreció un edificio situado en el Paseo del Prado, pero las obras de demolición y reconstrucción disparaba el presupuesto por encima de los 100 millones de euros. Finalmente, Spottorno envió un correo al presidente Blesa en el que contaba que todos los vocales de la fundación consideraban el proyecto inviable. Blesa acabó renunciando.