El mercado estadounidense de las concesiones de autopistas es cada vez más propicio para los grupos españoles del sector. Pese al liderazgo mundial que ostentan desde hace tiempo, la conquista de las concesiones en EEUU no ha sido nada sencilla. Con los últimos contratos logrados por Ferrovial e Isolux Corsán, las compañías españolas ya cuentan con una decena de concesiones en el país, con un montante total que supera los 14.000 millones de euros.
Ferrovial ha sido la que más éxito ha tenido en la aventura de conquistar uno de los mercados más complicados en cuanto a infraestructuras se refiere. El grupo controlado por la familia Del Pino acaba de adjudicarse su última concesión en territorio estadounidense, un contrato de construcción y posterior explotación durante cincuenta años de una autopista en Carolina del Norte, un proyecto valorado en unos 480 millones de euros.
El contrato logrado ahora por Ferrovial consiste en la ampliación y posterior operación de la I-77, una vía de 41,8 kilómetros de longitud en el área metropolitana de Charlotte, en Carolina del Norte. El objetivo de la infraestructura es mejorar el tráfico en una de las zonas de más crecimiento del Estado.
Se trata de la séptima concesión que Ferrovial logra en EEUU, donde su filial Cintra cuenta con algo más de 400 kilómetros de autopistas bajo su gestión y explotación gracias a su alianza con líderes mundiales del sector como el fondo Meridiem y el gigante australiano Macquarie, antiguo accionista de Cintra.
Un largo proceso
Mientras, Isolux acaba hacerse con un tramo de autopista en Indiana, valorado en unos 325 millones de euros, un contrato en el que también estaban interesados ACS y Ferrovial.
ACS también cuenta con presencia en EEUU con la I-595 Express, un contrato valorado en unos 1.250 millones de euros. El grupo que preside Florentino Pérez tuvo que vender el 50% de la concesión al fondo de pensiones Teachers Insurance and Annuity Association of America por 588,36 millones de euros, dentro del proceso de desinversión de activos que la compañía llevó a cabo para reducir su abultado endeudamiento.
Los grandes grupos españoles de infraestructuras comenzaron a mostrar interés por el mercado de concesiones de EEUU en los primeros años del presente siglo. Por entonces, las compañías comenzaron a abrir oficinas de representación en territorio norteamericano con el objetivo de empezar a participar en los procesos de concesiones.
Algunas compañías también introdujeron en su estrategia la adquisición de pequeñas empresas locales como medio para poder obtener contratos con mayor facilidad. Las alianzas con fondos especializados en infraestructuras también ha demostrado su eficacia a medio plazo.