¿Llevó Florentino Pérez al Real Madrid hasta Australia en verano para beneficiar a ACS, la compañía que preside y del que es el primer accionista? La pregunta circula prácticamente desde que, a finales del pasado año, se confirmó que el club blanco disputaría parte de la pretemporada en el país oceánico, de escasa tradición futbolística e inédito para el equipo pero crucial en la estrategia del grupo de construcción y servicios. Al margen de opiniones y análisis, las cifras hablan por sí mismas: en lo que va de año, ACS se ha adjudicado en Australia contratos valorados en unos 7.000 millones de euros, un 20% más que la suma de los que logró durante los dos años anteriores.
Casualidad o no, efecto de la presencia de las estrellas madridistas en suelo oceánico o mera coincidencia, lo que está claro es que ACS ha recuperado el mercado australiano que tantos quebraderos de cabeza la estaba dando desde hace unos años por la delicada situación económica de su filial local Cimic, la antigua Leighton.
Esta semana se ha conocido que ACS se ha hecho con uno de los mayores contratos de obra civil nunca licitados en Australia: dos de los tres tramos en que se ha dividido el proyecto Westconnex, la autopista urbana de Sydney, valorados en algo más de 3.100 millones de euros. Este mismo año ya se había hecho con el primero, por unos 1.900 millones.
Pero no han sido los únicos contratos ganados por ACS en Australia desde enero. El grupo también se hizo con las obras para conectar la autopista M4 Este con la Homebush, también en Sydney, por algo más de 600 millones, así como la ampliación de una autopista en Melbourne por 400 millones y obras de eliminación de pasos a nivel valoradas en 230 millones. A ello hay que añadir un buen número de contratos correspondientes a obras menores.
De un anodino 2014 al explosivo 2015
La diferencia es sumamente palpable con el ejercicio anterior, en el que ACS tan sólo se hizo con un contrato destacado en el país: el de diseño, construcción y operativa durante 15 años de la autopista North West, en Nueva Gales del Sur, por 1.850 millones de euros.
En 2013, la cartera del grupo tuvo mejores noticias del país océanico, sobre todo por el Proyecto QCG, en la Cuenca de Sulat, para el que construye sus instalaciones de almacenamiento de gas por algo más de 1.300 millones de euros. También se hizo con un contrato para el mantenimiento y operación de una mina en Kings por cerca de 1.000 millones. Otras obras de menor calado supusieron unos 1.500 millones más para ACS.
Las diferencias hablan por sí solas. El año 2015, coincidiendo con la gira del Real Madrid por Melbourne, ha sido el mejor para ACS en el país oceánico desde que la compañía se hizo con el control de la alemana Hochtief y, por lo tanto, pasó también a tener la mayoría del capital de la entonces llamada Cimic. Y el año aún no ha terminado.
Una gira con tintes empresariales
La presencia del Real Madrid en Australia, junto a otros destacados equipos europeos como Manchester City y Roma, fue un éxito para los organizadores del torneo y para Melbourne, como ciudad anfitriona, con ingresos calculados en unos 70 millones de euros. Durante su estancia en el país, la expedición del Real Madrid (al frente de la cual estuvo Pedro López Jiménez, consejero de ACS y Cimic y vicepresidente tercero del Real Madrid) recibió numerosas visitas de autoridades locales.
A pesar de lo concluyente de las cifras, Florentino Pérez continúa negando sistemáticamente que utilice al Real Madrid en beneficio de la empresa de la que es máximo accionista. El último ejemplo fue la entrevista que concedió a la Cadena Ser en la madrugada de este viernes, en la que no sólo desmintió cualquier relación entre el Real Madrid y ACS sino que además calificó de violentos a quienes establecen estas conexiones.
