Los bancos españoles sacan su artillería de operaciones para sanearse antes de final de año. Las principales entidades del país han lanzado al mercado carteras de créditos morosos en los últimos días, valoradas en 4.000 millones de euros. El objetivo es traspasarlas a fondos oportunistas de aquí a diciembre y presentar entonces mejores cifras de morosidad, en un momento clave por la entrada en vigor de la nueva normativa de provisiones, IFRS 9.
Las últimas carteras en salir al mercado son tres de CaixaBank, Ibercaja y Bankia, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. La de CaixaBank es el Proyecto Egeo, con 660 millones en créditos sin garantías (de tarjetas principalmente) y con colateral inmobiliario. La operación de Ibercaja es el Proyecto Servet, con 330 millones en créditos sin garantía (de consumo), provisionados al 100%. Esta cartera, aunque de menor tamaño, es parecida a la que está sacando al mercado Bankia.
Al margen de éstas, las mayores operaciones en mercado actualmente son de Liberbank y Sabadell. La entidad liderada por Manuel Menéndez tiene en marcha el Proyecto Invictus, de 800 millones, con el que quiere rebajar considerablemente su morosidad aprovechando la ampliación de 500 millones en marcha. Según Expansión, pujan por esta cartera KKR y Bain Capital.
Mientras, Sabadell está poniendo en marcha el Proyecto Voyager, de cerca de 1.000 millones de euros, en la que sería la mayor operación del momento. La entidad catalana es de las más activas en este terreno y mantiene su objetivo de rebajar su volumen de dudosos en 2.000 millones anuales.
Pendientes de BBVA
Junto a estas carteras, también están en proceso el Proyecto Inés, de 500 millones de Sareb; el Proyecto Lemon, de 200 millones de Unicaja; y lo está estudiando Bankinter, con el Proyecto Champion, que implicaría su mayor desinversión inmobiliaria, de 100 millones.
Aun así, toda la atención del mercado está puesta en la posible venta de Anida, la inmobiliaria de BBVA. Tras varios años de titubeos, la entidad presidida por Francisco González parece más decidida que nunca a traspasar esta filial con una gran suma de activos adjudicados y morosos, todavía por decidir. Para ello, ha contratado a PwC como asesor.
Salvo por la venta del ladrillo del Popular, hay síntomas de desaceleración en la venta de carteras a niveles anuales de menos de 10.000 millones, la menor cifra en los últimos años
Si, como se espera, se convierte en una operación de la magnitud del Proyecto Quasar -la venta del ladrillo del Popular a Blackstone-, los grandes fondos podrían dejar otras operaciones para centrarse en ésta.
La desinversión de Santander-Popular ha marcado con diferencia el año en España. Así, será un ejercicio récord, con carteras traspasadas por valor de alrededor de 40.000 millones, por encima del récord de 2014, en 22.000 millones. Pero sin la operación del Popular, se percibe cierta desaceleración, ya que las carteras en venta y traspasadas en el año se sitúan entre los 9.000 y 10.000 millones, lejos de los 13.000-14.000 millones de 2015 y 2016. Influye que cada vez quedan menos entidades y están menos saneadas.