Los presagios se cumplieron y llegó el día en que Madrid no tiene proveedor de recogida de basura para los barrios de la periferia, toda vez que este martes venció el actual contrato mientras que el nuevo está en trámites de adjudicación por la polémica que le rodea. A partir de este miércoles, el servicio lo presta la ya ex contratista FCC merced a un decreto promulgado por el Ayuntamiento de Madrid pero que, por supuesto, no es gratis. El Consistorio pagará 6,6 millones de euros por el servicio durante el mes de octubre.
Así pues, los madrileños comienzan a pagar a un alto coste la crisis generada por el nuevo contrato de recogida de basuras en la periferia de Madrid. Cabe tener en cuenta que el presupuesto que el Ayuntamiento había reflejado en el pliego de condiciones para la adjudicación del nuevo contrato suponía un coste de 4,6 millones de euros por cada uno de los 13 meses que dura.
Es decir, que el arreglo de urgencia que ha tenido que hacer le costará a los madrileños un 43% más que si el nuevo contrato hubiera entrado en vigor a tiempo.
Este notable incremento se debe a que en este tipo de contratos cuanto más reducido es el plazo, mayor es el precio. Las concesiones de estos servicios suelen llevarse a cabo a muy largo plazo.
Este nuevo contrato está envuelto en la polémica por el hecho de que el gran favorito para adjudicárselo es la UTE Urbaser-Cespa, con una oferta prácticamente de derribo. Ante el retraso en la adjudicación del nuevo contrato y la negativa de FCC a prorrogar el existente, al Ayuntamiento no le ha quedado otra que decretar la prestación del servicio.
Los sindicatos exigen ver el contrato
Mientras, los trabajadores de recogida de basuras de Madrid siguen en pie de guerra por la tramitación del nuevo contrato. En un hecho sin precedentes, los sindicatos han exigido a la UTE Urbaser-Cespa conocer los detalles de cómo llevará a cabo los trabajos durante los 13 meses de la concesión. En caso contrario, las movilizaciones darían comienzo de forma inmediata.
El temor de los sindicatos es que la baja efectiva del 16% ofrecida por el futuro contratista repercuta en las condiciones de los trabajadores, especialmente en el plano salarial.
El pliego de condiciones del Ayuntamiento para este contrato exige el mantenimiento de los puestos de trabajo, precisamente para evitar lo sucedido con el referido a la limpieza vial y de zonas verdes, que derivó en multitud de despidos para tratar de hacer rentables unas ofertas netamente a la baja.
Sin embargo, los trabajadores quieren conocer el resto de los detalles del contrato para, posteriormente, tomar una decisión acerca de posibles movilizaciones.
Los empleados del sector han denunciado el caso de los futuros contratistas, que no han dudado en abordar a algunos de ellos en sus puestos de trabajo para evitar precisamente que el proceso de adjudicación del nuevo contrato desemboque en un nuevo conflicto como el suscitado con el mencionado contrato de limpieza, que terminó con varias jornadas de huelga y Madrid convertida en un gigantesco vertedero.