El ejercicio 2012 quedará en la memoria colectiva del sistema financiero español como su annus horribilis. Nacionalización de Bankia, rescate europeo, banqueros en los tribunales, un tsunami de provisiones para limpiar de ladrillo el balance de las entidades, el banco malo... La sucesión de factores se ha dejado notar en los resultados de la gran banca: sus ganancias se han desplomado un 81% frente a 2011.
Frente a los resultados récord de 2007 (19.318 millones), la gran banca -Santander, BBVA, Caixabank, Popular, Sabadell y Bankinter- ha sumado unos modestos 1.856 millones (un 10,5% frente al pico de ganancias) en el complicado 2012. Una cifra que quedaría a cero si Bankia entrara en el cálculo. Según las propias estimaciones de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, los números rojos pueden moverse en el entorno de los 19.000-20.000 millones.
La diversificación internacional de Santander y BBVA eleva sus resultados hasta los 2.205 y 1.676 millones, respectivamente. Su potencial exterior, especialmente en el mercado emergente latinoamericano, contrasta con el deterioro que sufre su banca comercial en España por el efecto de los 'decretos Guindos' de saneamiento inmobiliario y el contexto de recesión de la zona del euro.
BBVA, en un importante ejercicio de transparencia, reconoció este viernes unas pérdidas a nivel nacional de 1.267 millones. Por contra, Santander sí explicitó las importantes minusvalías de Banesto (995 millones), pero no detalló los números rojos de la banca comercial de la matriz. Su consejero delegado Alfredo Sáenz se limitó a reconocer la existencia de pérdidas pero sin concretarlas.
El saneamiento inmobiliario que, sin contar a Bankia, alcanza los 50.000 millones en provisiones entre el resto de la gran banca ha castigado también la cuenta de resultados de Caixabank, Bankinter, Sabadell y Popular. Este último presentó este viernes unas pérdidas de 2.461 millones, después de su año más complicado de existencia. La ampliación de capital, cerrada en diciembre, despejó las numerosas dudas sobre su futuro en solitario.
El otro trío de entidades, aunque modestos, logran mantener su cuenta de resultados en negro. Caixabank registró un importante descenso de sus beneficios del 78% hasta los 230 millones; Bankinter presentó 124 millones positivos, y Sabadell, unos pírricos 82 millones tras absorber Banco CAM. Sin embargo, las dos entidades catalanas aún tienen que dotar 902 millones (Caixabank) y 429 millones (Sabadell), respectivamente, para completar los dos 'decretos Guindos' a lo largo del primer semestre. Tanto Sabadell como Caixabank pueden alargar el plazo para cerrar los saneamientos gracias a los procesos de fusión con Banco CAM y Banca Cívica. Así se recoge en los reales decretos. De no ser así, su cuenta de resultados habría acabado en rojo.
Esta tendencia, la de las pérdidas, será la tónica no sólo de las nacionalizadas Bankia, Catalunya Caixa y Novagalicia sino también de la mayoría de entidades del grupo 2: BMN, Liberbank, Caja 3 y CEISS.