Una ampliación de capital para sanear la entidad de sus deterioros en el ladrillo. Banco Popular ha presentado este jueves su nuevo Plan Estratégico hasta 2018, que pasa por solicitar otros 2.500 millones de euros a sus accionistas con el objetivo de poder aumentar las coberturas de las carteras más deterioradas, sobre todo relacionadas con el inmobiliario. La intención de Ángel Ron y los suyos, tal y como ha señalado esta mañana a los analistas, es incrementar las provisiones destinadas a los activos improductivos hasta situarse en la media del sector. Así, se pasaría de un ratio de cobertura del 38% en activos improductivos a uno del entorno del 50%.
El objetivo del banco es vender 15.000 millones de euros en activos improductivos hasta finales de 2018
Es decir, que los 2.500 millones de euros solicitados al mercado se destinarían a sufragar una buena parte de los cerca de 4.700 millones en saneamientos totales que el banco necesita para situarse en el entorno del sector. Y es que los analistas llevan meses alertando del déficit de provisiones y coberturas que sufre Banco Popular. Un lastre que ha penalizado tanto la valoración de la entidad en Bolsa como su cuenta de resultados, de las más castigadas del sistema financiero español.
Con estos saneamientos, que incidirán sobre todo en las carteras más problemáticas (suelo), Popular podrá aplicar mayores descuentos en los procesos de desinversión y aún así presentar beneficios en los mismos. Y es que el objetivo de la entidad es acelerar sus ventas de activos inmobiliarios y crediticios: 15.000 millones de euros durante los próximos tres años, aprovechando la mejora del mercado del ladrillo en España. Aunque Ángel Ron ha asegurado que con esta ampliación será suficiente y que se descarta cualquier futura ampliación adicional, analistas como los de Bankinter dudaban este mismo jueves de dicha promesa, toda vez que los saneamientos necesarios son muy superiores a la cantidad demandada.
Penalización por la nueva normativa de provisiones
Esta apelación masiva de Popular al mercado responde a las dudas de los analistas y bancos de inversión, pero también al impacto de la nueva circular de provisiones del Banco de España. Tal y como ya publicó Vozpópuli, el nuevo enfoque de pérdida esperada penalizará más a las entidades con mayores ratios de morosidad y más inversión inmobiliaria en sus balances. El consejero delegado del banco, Francisco Gómez, reconoció que la entidad había realizado ya unas estimaciones del impacto que el nuevo Anejo IX iba a tener en sus cuentas una vez que la nueva circular entre en vigor, si bien sacó pecho y aseguró que se cubrirían sobradamente los efectos negativos ya que en las proyecciones han sido aún más "prudentes".
Tras la ampliación de capital (asegurada ya por los bancos colocadores, UBS y Goldman Sachs) la entidad también estará más holgada para poder afrontar una hipotética sentencia desfavorable en relación a la retroactividad de las cláusulas suelo. Tal y como señalaron los responsables de Popular, se constituyó a finales del pasado año una provisión de 350 millones de euros para cubrir una posible retroactividad hasta mayo de 2013. Los cálculos del banco es que una hipotética retroactividad total (que no contemplan) les supondrían otros 350 millones de euros aproximadamente.
Castigo continuado al accionista
Esta nueva ampliación de capital, que Banco Popular espera solventar durante las próximas dos semanas, supone una vuelta de tuerca más a un castigo continuado de algunas entidades bancarias a sus accionistas. En el caso del banco presidido por Ángel Ron esta sería la tercera ampliación de capital desde el inicio de la crisis (otras en 2012 y 2013) a las que habría que sumar además las conversiones de bonos en acciones y los scrip dividend, que también suponen una dilución para aquellos que compraron acciones de la entidad hace un lustro.
