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CAF echa el resto por el Crossrail londinense tras quedar fuera del AVE brasileño

Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) tiene una gran oportunidad para consolidarse entre los principales fabricantes ferroviarios del mundo aun después de quedar fuera del consorcio español que peleará por la línea de alta velocidad en Brasil. El sueño de ser el proveedor de la red Crossrail en Londres está más cerca después de que la alemana Siemens se haya retirado del proceso para la adjudicación de un contrato valorado en unos 1.200 millones de euros.

El Crossrail londinense puede dar a CAF la dimensión de contratista internacional de referencia. Y la posibilidad está más cercana que nunca después de que la alemana Siemens, que había sido invitada junto al fabricante vasco y a otros dos grupos a participar en el proceso, haya renunciado a hacerlo.

Lograr un contrato valorado en unos 1.200 millones de euros y en un mercado como el británico le quitaría a CAF el mal sabor de boca que supuso no entrar en el consorcio español que pujará por el AVE de Brasil. Finalmente, el elegido para tal fin ha sido Talgo, que también forma parte del consorcio adjudicatario de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina (Arabia Saudí).

Ahora, el camino para lograr el ansiado contrato en el Crossrail de Londres está mucho más despejado tras la renuncia de Siemens. La nueva red de trenes que circunvala la capital de Reino Unido, y que pretende descongestionar el tráfico ferroviario aún tiene por adjudicar uno de los grandes contratos que completan el montante de más de 15.000 millones de euros que mueve el Crossrail: el de proveedor de las máquinas y lo vagones que trasladarán una media de 200 millones de pasajeros diarios.

Por tan atractivo contrato compiten Bombardier e Hitachi, además del fabricante con sede en Beasain, que están a la espera de presentar las ofertas definitivas, en cuyo proceso CAF trabaja en la actualidad a toda máquina.

Amplia presencia española

De llevarse el contrato, CAF incrementaría la presencia española en el proyecto, toda vez que constructoras como ACS, FCC y Ferrovial se han adjudicado obras tanto de túneles como de nuevas estaciones.

Además, National Express, participada por la familia Cosmen, pugna por hacerse con la operativa de Crossrail, para la que competirá con otros grupos locales.

CAF se quedó fuera del consorcio español que pujará por el contrato de la línea de alta velocidad de Brasil, aunque figuraba entre las compañías que optaban a participar en la oferta como proveedor de los trenes. De nada ha servido la experiencia de la compañía en Brasil, donde cuenta con planta propia y es uno de los principales proveedores del mercado del país sudamericano, con múltiples contratos en su cartera. 

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