La dirección de Catalunya Banc quiere tener cerrado el ERE en esta entidad nacionalizada a principios de octubre, por lo que ha anunciado a los sindicatos que el día 9 de ese mes quiere presentarlo e iniciar el preceptivo período de consultas, que dura un mes, señalaron hoy fuentes sindicales.
Los sindicatos han mostrado este lunes su malestar porque la dirección del banco no quiera alargar más semanas el diálogo previo a la formalización del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectará a un máximo de 2.453 personas.
Los sindicatos habían reclamado a la entidad que analizara la posibilidad de acogerse a las prejubilaciones para reducir el impacto del ERE, pero Catalunya Banc considera que la nueva normativa del Gobierno penaliza excesivamente las prejubilaciones, y por ello, en la reunión, ha dejado claro que contempla usar esta fórmula lo mínimo posible.
El director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Antonio Carrascosa, aseguró a finales de julio que la venta de Catalunya Banc "podría ser en octubre", un proceso que, según dejó claro, "no puede volver a cerrarse en falso".
Continúan las movilizaciones
Según fuentes sindicales, Catalunya Banc se plantea como mucho prejubilar a unas 200 personas mayores de 50 años, un número insuficiente para los sindicatos. Entre tanto, los sindicatos mantienen la convocatoria de una manifestación el próximo jueves por la tarde para protestar por el ERE.
La manifestación arrancará de la sede de la delegación del Gobierno en Cataluña y se dirigirá hasta la sede histórica de Catalunya Banc, y ese mismo día habrá concentraciones de protesta en Madrid, Valencia y Zaragoza.
Los sindicatos lamentan la falta de flexibilidad en las negociaciones que ha demostrado hasta ahora la dirección de Catalunya Banc, que ofrece el mínimo legal por indemnización (20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades) y plantea rebajar un 15% el sueldo a la plantilla.
Los sindicatos quieren elaborar una contrapropuesta a los planes de la dirección, y no entienden las reticencias de la cúpula a avenirse a las prejubilaciones cuando el futuro comprador de la entidad podrá beneficiarse de créditos fiscales y quizá de un esquema de protección de activos.
