El año 2017 ha sido redondo para Marcelino Fernández Verdes. Además de llegar al fin al cargo de consejero delegado de ACS, "prometido" por Florentino Pérez, presidente de la compañía, tres años antes, el ejecutivo asturiano se ha embolsado algo más de 14 millones de euros en concepto de bonus por su labor al frente de Cimic, la filial australiana del grupo de construcción y servicios. Una cifra mucho más elevada de lo previsto gracias a una modificación en las condiciones de la remuneración variable aprobada por el consejo de Cimic que aún preside el propio Fernández Verdes.
Esta remuneración variable fue aprobada por la compañía australiana en 2014, cuando ACS ya tenía su control a través de la alemana Hochtief. Por entonces, Fernández Verdes ejercía los cargos de presidente y consejero delegado de la empresa oceánica y se acordó que el ejecutivo no podría empezar a ejecutar las 1,2 millones de opciones sobre acciones que se le concedió hasta el año 2017.
La retribución extraordinaria está ligada al comportamiento de las acciones de Cimic, de tal forma que, al ejecutarla, Fernández Verdes no recibe títulos de la compañía sino la diferencia entre la cotización de la empresa en el momento del ejercicio y el precio de 17,71 dólares australianos fijados en su día como referencia, con un límite máximo de 32,29 dólares australianos por acción.
Sin embargo, las condiciones originales del sistema retributivo obligaban a Fernández Verdes a liquidar las opciones sobre acciones de forma paulatina entre 2017 y 2019. Como máximo, el beneficiario podría ejecutar un 40% de las opciones en un año. La realidad es que el actual consejero delegado de ACS ha ejecutado el 80% de las opciones durante el primer año, lo que le ha supuesto una retribución de 21,82 millones de dólares australianos (algo más de 14 millones de euros).
Cambio de condiciones
De acuerdo con el informe anual de Cimic correspondiente al ejercicio 2017, Fernández Verdes decidió ejecutar el máximo anual del bonus, es decir, el 40%, durante el mes de febrero, por lo que obtuvo unos ingresos de 10,14 millones de dólares australianos (6,51 millones de euros). En el momento de ejecutar las opciones, los títulos de Cimic cotizaban en 38,85 dólares australianos (a lo largo del año llegarían a superar la cota de 50 dólares australianos).
Sin embargo, poco después el consejo de administración de Cimic aprobó una modificación del sistema retributivo que eliminaba el límite del 40%, lo que permitía a Fernández Verdes aprovechar la notable subida que estaban experimentando las acciones de la compañía para volver a ejecutar parte del programa de opciones sobre acciones, una circunstancia que aprovechó.
De esta forma, Fernández Verdes volvió a ejecutar un 40% de las opciones el pasado mes de junio, en este caso con un precio de 42,03 dólares australianos (más de un 8% por encima del registrado en la anterior ejecución). Por esta segunda operación, Fernández Verdes ingresó 11,67 millones de dólares australianos (casi 7,5 millones de euros).
En plena batalla por Abertis
A esto hay que añadir el bonus de tres millones de dólares australianos que percibió Fernández Verdes a finales de 2016, cuando dejó el cargo de consejero delegado de Cimic para quedarse únicamente como presidente. El ejecutivo comenzaba a soltar lastre para dar el salto definitivo a ACS, a cuyo consejo de administración se incorporó en mayo de 2017, en calidad de consejero delegado.
A pesar de su incorporación a la matriz, todavía se mantiene no sólo en la presidencia de Cimic sino que también es el principal ejecutivo de Hochtief, la filial alemana a través de la que ACS está intentando el asalto al control de la concesionaria de infraestructuras Abertis, en dura pugna con la italiana Atlantia.