CR International Airport, la empresa que el pasado mes de abril se adjudicó el aeropuerto de Ciudad Real, ha nombrado recientemente como administrador único a Rafael Gómez Arribas. El empresario, como publicó Vozpópuli, está al frente de otra sociedad que figura entre los grandes morosos de Hacienda, con 9,8 millones de euros de deuda.
Gómez Arribas sustituye en el puesto a Eduardo Martínez Pérez, que hasta ahora figuraba como administrador único de CR International Airport. Fuentes cercanas a los acreedores de la empresa que creó el aeropuerto de Ciudad Real indican a Vozpópuli que Martínez Pérez es un abogado que ha hecho las veces de fiduciario, siendo Gómez Arribas el hombre que siempre ha estado detrás de la empresa que se adjudicó el aeropuerto.
A finales del mes pasado el BOE publicó el cese de Eduardo Martínez Pérez como administrador único de CR International Airport, y el nombramiento de Rafael Gómez Arribas, así como el cambio de domicilio social a la calle Serrano de Madrid. Se trata de la misma dirección donde se encuentra el domicilio social de otra de las empresas que administra Gómez Arribas, Reformas de Pisos.
Esta última compañía figura en la lista de morosos que Hacienda publicó en junio, con una deuda de 9,8 millones de euros. Reformas de Pisos ya estaba también, con la misma deuda, en la lista publicada por Hacienda en diciembre.
Tzaneen ha acudido al Tribunal Constitucional por la anulación de la anterior subasta
Rafael Gómez Arribas ha tratado de pasar desapercibido durante el proceso de venta del aeropuerto de Ciudad Real. El pasado 15 de abril, cuando el juez citó a los representantes de las empresas que optaban a la compra el aeropuerto, fuentes consultadas por Vozpópuli reconocieron a Gómez Arribas en el juzgado. El empresario, que no ha realizado ninguna declaración pública, fue fotografiado por el medio Lanza Digital, pero no fue entonces identificado.
El juez Carmelo Ordóñez, titular del juzgado de primera instancia e instrucción número cuatro y de lo mercantil de Ciudad Real, comunicó la venta del aeropuerto a CR International Airport por 56,2 millones ese mismo día 15 de abril. El magistrado señaló que la empresa había hecho efectivo un aval por importe de 1,8 millones, y que tenía de plazo cuatro meses para pagar el resto de la cantidad exigida como aval (el 5% del precio de compra). Además comentó que la compradora tenía previsto invertir 579 millones de euros y crear más de 7.700 puestos de trabajo en el proyecto.
Proceso polémico lleno de fantasmas
El próximo 15 de agosto finaliza el periodo otorgado por el juez a CR International Airport para completar el pago del aval (en total, 2,81 millones de euros). La entrega de la cantidad total de ese importe inyectaría algo de confianza a la venta del aeropuerto, un proceso envuelto de polémica, con múltiples ofertas fantasma, y pendiente todavía de una reclamación al Tribunal Constitucional.
Con anterioridad a este proceso de venta, la sociedad Tzaneen –que asegura representar a inversores chinos y que preveía invertir al menos 100 millones de euros-, se adjudicó el aeropuerto en una subasta en julio de 2015 ofreciendo 10.000 euros. El juez Ordóñez, que a finales del pasado año se hizo cargo de la liquidación de CR Aeropuertos –la compañía que construyó el aeródromo y que fue declarada en concurso necesario de acreedores en 2010- anuló todo el proceso en enero, por entender que en la subasta no debía haberse segregado el activo aeroportuario del resto (inmobiliario, terrenos), e inició un nuevo proceso de venta contando para ello con un informe a favor del Abogado del Estado. A la venta acudieron cinco empresas siendo finalmente CR International Airport la adjudicataria.
Tzaneen presentó en abril recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional contra el auto del 27 de enero del juez de Ciudad Real que anuló la subasta en la que se había adjudicado el aeródromo. Previsiblemente antes de final de año se sabrá si es admitido o no dicho recurso.
Caja Castilla La Mancha era el primer accionista del aeropuerto y su principal financiador
Durante los cuatro años que CR Aeropuertos ha estado en concurso de acreedores, los administradores concursales han recibido diversas ofertas procedentes de supuestos inversores ingleses, chinos, árabes, sin que ninguna demostrara capacidad financiera suficiente. El 19 junio de 2015 debía celebrarse por fin subasta para adjudicar el activo aeroportuario. Un día antes Tzaneen depositó los dos millones exigidos para participar en la puja; fue la única sociedad que lo hizo. Pero el secretario judicial suspendió el proceso alegando que no se habían comunicado ciertas condiciones, y fue denunciado en comisaría por Tzaneen. El 17 de julio se celebró de nuevo la subasta, y Tzaneen se lo adjudicó ofreciendo tan sólo 10.000 euros.
Ese proceso contemplaba que si la oferta era un 70% inferior al precio estimado de venta, 40 millones, otras empresas podrían presentar nuevas ofertas. Entre las nuevas ofertas destacó la del empresario Melville Ten Cate, que decía ofrecer 80 millones por el aeropuerto de Ciudad Real para convertirlo en un aeródromo para entrenamiento de aviones de la OTAN. Sin embargo, como publicó Vozpópuli, el empresario había sido declarado en quiebra en Reino Unido. La llegada del juez Carmelo Ordóñez al juzgado a cargo del concurso y liquidación de CR Aeropuertos, a finales del pasado año, puso fin a esa subasta, quedando Tzaneen apartada del nuevo proceso de venta.
CR Aeropuertos, empresa en la que Caja Castilla La Mancha era su primer accionista, inauguró el aeropuerto de Ciudad Real en 2008 tras invertir cientos de millones de euros. En 2010 CR Aeropuertos fue declarado en concurso necesario con un pasivo de 399 millones. Poco antes, en marzo de 2009, Caja Castilla La Mancha fue intervenida. La entidad no sólo era accionista de CR Aeropuertos, también financió la adquisición por parte de otros empresarios de un 31,8% del capital de la empresa, acciones pignoradas a favor de la caja. Desde 2012 el aeropuerto está inoperativo.