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La auditoría de Eroski está totalmente limpia desde 2002

La crisis de Eroski no era predecible, al menos desde el lado de la auditoría, que se firmó desde 2002 completamente limpia y sin párrafos de énfasis. Ayer, los tribunales le exoneraron de pagar a unos cuantos preferentistas. 

  • Centro de Eroski en Betanzos

Eroski está en una situación compleja, buscando una refinanciación agónica con la banca (que le ha permitido una carencia para determinados pagos de principios de año), que le evite la situación pre concursal. Además, ya ha tenido episodios judiciales con los afectados de los titulares de sus participaciones preferentes. Todo ello viene debido a un ingente tamaño de deuda (alrededor de 2.500 millones de euros) que puede llevarse por delante a la compañía. Sin embargo, las auditorías de la empresa han sido limpias desde 2002, como puede verse en la CNMV.

Las auditorías, que firma en todos los casos KPMG, simplemente reflejan que lo declarado por la empresa es fiel. No puede decirse, por tanto, que hubiera ocultación. De hecho, al leer el folleto de las participaciones preferentes del grupo (Aportaciones Financieras Subordinadas, AFS), ya se puede ver que alertaban de los riesgos de la entidad.

Esta operación estuvo diseñada por BBVA, con el despacho Garrigues como asesor legal y también aparece KPMG como auditor que se responsabiliza de la veracidad del emisor. En el folleto de la emisión de 2007 se informaba de que la sociedad había adquirido el 75% de Caprabo por 922 millones de euros, lo cual más que duplicaba el endeudamiento a largo plazo, hasta 1.753 millones.

Riesgo Caprabo

Así, “el incremento del endeudamiento supondrá una disminución de los resultados frente a los de los ejercicios anteriores”. Si esto fuera así, “se limitarían las posibilidades de algunos de los supuestos automáticos de pago de la remuneración de las AFSE”. Como suele ocurrir, los riesgos estaban bien advertidos sobre el papel, sólo que esos documentos no se los leyó casi nadie antes de comprar esos activos.

Eroski tiene un escenario complejo por delante. Pese a que la entidad ha insistido una y otra vez en que tiene el respaldo “absoluto” de los bancos y en que no hay políticas de desinversiones, lo cierto es que las entidades financieras apretarán mucho a la cadena de distribución.

Y no sólo es que hayan impuesto venta de activos en esta crisis, “es que ya lo hicimos en la anterior refinanciación, (anunciada en enero de 2013), pero no se realizó prácticamente ninguna porque el mercado no lo ha permitido”, indican desde una de las principales acreedoras.

Ahora, Eroski se felicita por que la responsabilidad por los 68 demandantes por las AFS recaiga sólo en BBVA como comercializador. El banco ya ha anunciado que recurrirá, entre otras cosas, porque le parece injusto que la responsabilidad del emisor y el vendedor recaiga sólo en la última parte y no quiere precedentes en este sentido. Pero conviene recordar que un elevado porcentaje de tenedores de las AFS son trabajadores de Eroski o, al menos, de la Corporación Mondragón.

Desde el grupo vasco se intenta vender una imagen de estabilidad y total tranquilidad que no es ni mucho menos la que sienten los bancos que son, en definitiva, los dueños finales (de momento), por cuanto son acreedores. 

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