Apenas mes y medio después de ser nombrado presidente no ejecutivo de Gas Natural, Isidro Fainé se dispone a apagar el primer incendio serio que se le ha planteado en la nueva etapa de la compañía, tras la entrada en el capital del fondo GIP. El directivo viajará en los próximos días a Colombia para reunirse con el Gobierno local y tratar de poner fin a la crisis de Electricaribe, la filial de distribución eléctrica de Gas Natural en el país, cuya situación financiera ha provocado la amenaza de intervención por parte de la Administración colombiana.
Electricaribe tiene serios problemas para pagar la electricidad que compra a las empresas generadoras para su posterior distribución, un escenario que amenaza con derivar en un corte de suministro para la zona del Atlántico, donde actúa como comercializadora, que afectaría a una población aproximada de 2,5 millones de habitantes.
Electricaribe tiene serios problemas para pagar la electricidad que compra a las empresas generadoras
Las autoridades locales han denunciado que los problemas se deben a que la compañía no ha llevado a cabo las inversiones comprometidas en su día. Sin embargo, Gas Natural sostiene que esta situación es fruto de una deuda superior a los 1.000 millones de euros que acumula por facturas impagadas a lo largo de los últimos años (entre otros clientes, de instituciones públicas como escuelas, hospitales y ayuntamientos) y por efecto de un fraude que las autoridades locales no han perseguido, pese a las múltiples denuncias de la gasista.
La situación se enquistó a mediados del pasado mes de julio, cuando la compañía española decidió poner en marcha los mecanismos contemplados en el acuerdo para la Promoción y Protección recíproca de inversiones entre Colombia y España, que establece un periodo de seis meses para resolver las diferencias que se produzcan en este tipo de conflictos.
Evitar el arbitraje
En los próximos días, Electricaribe deberá hacer frente a nuevos pagos por la compra de electricidad en un ambiente hostil dado que las autoridades locales continúan denunciando que la compañía sigue sin poner dinero para realizar las inversiones necesarias. Por su parte, la empresa española no está dispuesta a aportar capital mientras no se resuelva el problema de los impagos, que es el que tiene a Electricaribe en la situación que padece actualmente.
La empresa española no está dispuesta a aportar capital mientras no se resuelva el problema de los impagos
Si al finalizar el periodo de tiempo previsto por el mecanismo citado no se ha alcanzado un acuerdo, Gas Natural presentará una reclamación ante el Ciadi, el tribunal de arbitraje internacional tutelado por el Banco Mundial.
Antes de llegar a esta situación, las partes apuestan por agotar las vías de diálogo. En este marco se sitúa la próxima visita de Fainé, que podría reunirse con los ministros de Economía y Minas e incluso también con el presidente de la nación, Juan Manuel Santos que, después de hacer de anfitrión en la reciente Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, viajó a Reino Unido para realizar una visita oficial.
El Gobierno baraja la intervención
Fainé tratará de evitar la intervención de la compañía por parte del Gobierno local, una medida que, según ha publicado la prensa colombiana, ya ha estado encima de la mesa del Ejecutivo pero que habría sido por el momento rechazada debido a la repercusión económica que supondría para las arcas públicas, toda vez que entonces sería el Estado el que tendría que hacer frente al pago de la electricidad y el que se encontraría con los problemas que lleva afrontando Electricaribe en los últimos años: morosidad y fraude.
No obstante, el paso del tiempo no hace sino agravar la situación. A la empresa se le empiezan a agotar las garantías bancarias relacionadas con los pagos de electricidad a las generadoras puesto que han sido en buena parte ejecutadas. Y la propuesta de que las facturas impagadas sirvan como nuevas garantías ha sido desechada por el Gobierno colombiano.
La visita de Fainé puede ser uno de los últimos intentos para solventar el problema antes de que se opte por la reclamación ante el Ciadi, aunque tampoco se descarta que entre en juego la diplomacia que, por el momento, se mantiene en un discreto segundo plano.
El presidente de Gas Natural también debe velar por la otra pata de negocio que la compañía tiene en Colombia, la distribución de gas en el área de Bogotá, que muestra una cara totalmente opuesta a la de Electricaribe.
Algunas propuestas de políticos colombianos ya han insinuado que la empresa española debería utilizar los beneficios que le reporta el negocio gasista en paliar los problemas eléctricos en la zona del Atlántico, algo a lo que, obviamente, no está dispuesta Gas Natural.